Sean familiares o una institución quien se haga cargo de los menores huérfanos por la violencia de género, “lo importante es garantizar su protección como víctimas directas y que se les apliquen las medidas adecuadas según su interés superior”, defiende Sara Palo, responsable de Políticas de Infancia de Save the Children en Euskadi.

La reforma de la Ley para la igualdad de mujeres y hombres del Gobierno vasco crea una nueva ayuda para hijas e hijos huérfanos como consecuencia de la violencia de género. ¿Cómo la valoran?

—Valoramos positivamente la creación de esta prestación económica. En todo caso, la reforma de la ley, que se está tramitando actualmente en el Parlamento Vasco, deberá garantizar esta ayuda a todos los niños y niñas víctimas sin importar si su madre cotizaba o no, ni la cuantía de su cotización. El bienestar económico de estos menores no puede estar condicionado por la vida laboral de sus madres.

¿Qué medidas consideran que es más urgente implantar?

—Actualmente contamos con una legislación pionera en materia de protección de los derechos de la infancia y la adolescencia frente a todo tipo de violencia. Resulta fundamental implementar y desarrollar esta Ley Orgánica en Euskadi para avanzar en la protección de los y las menores víctimas de violencia de género. La nueva Ley de Infancia vasca y la Estrategia vasca contra la violencia hacia la infancia y adolescencia, que está elaborando el Gobierno vasco, serán fundamentales para garantizar la materialización de esta protección y las medidas provistas en la Ley Orgánica.

Estos menores sufren, como testigos, un gran impacto psicológico.

—La violencia contra las mujeres tiene graves consecuencias en el desarrollo y bienestar de sus hijos e hijas: sufren síntomas depresivos, miedos, alteraciones del sueño, regresiones, problemas de socialización y de integración en la escuela y asumen roles parentales de protección hacia sus hermanos menores o su madre. A quienes han presenciado el asesinato de su madre la vivencia les ocasiona un enorme trauma.

¿De qué manera influye la edad de los menores? ¿Este trauma les puede afectar de por vida?

—El impacto de la violencia sobre el desarrollo del niño, niña o adolescente víctima dependerá de múltiples factores, tales como la situación particular de cada menor, su edad, la existencia de factores previos de vulnerabilidad, la intensidad de la violencia vivida, y la calidad de la atención y respuesta que reciba. En este sentido, resulta fundamental para su recuperación brindarles una atención especializada de calidad.

¿Disponen estos niños y niñas de suficiente atención psicológica?

—Existen recursos, el sistema es complejo, si bien lo que necesitamos es garantizar que todos ellos les brindan la atención especializada que estos menores precisan.