Tras un fin de semana en el que se han interpuesto 63 multas por botellones en Bizkaia y se han sucedido los enfrentamientos con la policía local y Ertzaintza que acudían a disolverlos en Bermeo y Gorliz, Portugalete y Gernika, que debieran celebrar estos días sus fiestas patronales, confían en cerrarlas sin que se produzcan más incidentes.Según informó ayer el departamento de Seguridad del Gobierno vasco, durante el fin de semana se han interpuesto 63 sanciones en Bizkaia -106 en todo Euskadi- por incumplir la normativa sanitaria, principalmente por consumir alcohol en la vía pública y por no llevar mascarilla.

El alcalde de Gernika, José Mari Gorroño, aseguró ayer que este primer fin de semana de no fiestas ha transcurrido con normalidad y sin ninguna bronca. “A nosotros nos pasa el informe el jefe de la Policía Municipal y no ha habido nada importante que reseñar”, indicó. Del mismo modo, aseguró que los dispositivos de seguridad están bien organizados y que la solución a estos problemas no es solamente policial: “Es más de concienciación desde cada familia y cada casa. Un año y medio es largo, la gente tiene ganas de salir y de divertirse, que es algo que se puede hacer pero siguiendo siempre las limitaciones de Osakidetza”. Respecto al resto de días que restan en los que se debían haber celebrado las fiestas patronales, Gorroño afirmó que no cree que vaya a haber ningún altercado ya que consideró que la gente está muy concienciada en que “esto tiene que acabar”. “Tanto los jóvenes como los mayores tienen ganas de tomarse una cerveza, pero no hay que exagerar absolutamente nada”, expresó.

Por otro lado, el concejal de Seguridad Ciudadana de Portugalete, Txema Ezkerra, aseguró que el verano cultural, la alternativa del Ayuntamiento a las fiestas tradicionales debido al covid-19, se está desarrollando con normalidad y sin incidencias reseñables. “A día de hoy no ha habido peleas, hurtos, cargas o lanzamientos de objetos contra la policía durante las no fiestas de la localidad. Antes de ayer -por el sábado- en la zona del mercado hubo algún insulto y carreras, pero nada más grave”, compartió. Del mismo modo, señaló que el único suceso destacable fue una actuación de la Ertzaintza la noche del sábado en el casco histórico que se desarrolló sin incidentes graves.

Por último, Ezkerra explicó que el área de Seguridad Ciudadana en coordinación con Cultura y la Ertzaintza ha organizado un dispositivo para asegurar que los actos culturales se desarrollen con normalidad. “Los vecinos están concienciados, disfrutando de la cultura segura. Deseo que todos podamos seguir disfrutando del verano atendiendo a las medidas que exige la situación sanitaria”, concluyó el concejal y teniente de alcalde.

Por su parte, el Ayuntamiento de Bermeo condenó ayer la actitud de un grupo de personas que el sábado de madrugada lanzó vasos y botellas contra los agentes de la Policía Municipal que acudieron a disolver a un grupo “numeroso” de jóvenes que se había reunido para hacer botellón tras unos conciertos organizados por la asociación de txosnas y que tuvieron que pedir refuerzos a la Ertzaintza. “No se pueden permitir este tipo de conductas”, afirmó su alcalde, Aritz Abaroa.

También en Getxo se tuvieron que disolver dos fiestas no autorizadas en el entorno de Azkorri, en las que participaban cientos de personas. La primera tuvo lugar la madrugada del sábado, en la que se identificó a dos personas con organizadoras, se les abrieron sendos expedientes y se multó a otras cinco, mientras que el domingo se desbarató otra quedada en el entorno del aparcamiento de la playa, donde se habían juntado unas 400 personas a través de redes sociales. Se sancionó a 18 personas.

Multados por no llevar mascarilla. Cuatro jóvenes franceses fueron multados ayer en el aeropuerto de Bilbao, después de que hubieran viajado en avión sin mascarilla desde Ibiza a la capital vizcaina. Ante los apercibimientos de la tripulación, estos se colocaban mal la mascarilla a propósito, con el peligro que ello suponía para el resto de usuarios del avión. La multa, que será establecida por la Dirección General de aviación civil, puede oscilar entre los 60 y los 45.000 euros.