El alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, ha asegurado sentirse "muy orgulloso" de sus vecinos, después de que el municipio abandonara este fin de semana la "zona roja" y pasara a la amarilla, con una tasa de incidencia de 261 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes.

Como consecuencia del abandono de este municipio de la "zona roja" y el salto de la naranja, la localidad pondrá fin mañana a su cierre perimetral y el sector de la hostelería recuperará su horario habitual de funcionamiento establecido para el estado de alarma.

En una nota publicada a través de su perfil de la red social "Facebook", el primer edil ha señalado que, en un contexto de "fuerte" generalizada de casos de covid-19, la localidad ha visto rebajada en 500 puntos en los últimos catorce días la incidencia de esta enfermedad.

Tras asegurar sentirse "muy orgulloso" de todos los vecinos de este municipio por su "esfuerzo y trabajo" por contener el avance del virus, el mandatario socialista ha recordado que la población incurriría en un "grave error" si relajara las medidas para evitar contagios.

"Tenemos que seguir siendo responsables y cumplir las medidas sanitarias para seguir bajando la tasa ya que detrás de los datos hay personas, familiares, amistades, que pueden estar en riesgo de sufrir graves consecuencias de salud", ha manifestado.