La nueva normalidad parece que finalmente se va haciendo un hueco en el día a día de aquellas personas que ya han recibido la pauta completa de vacunación. El primer ejemplo cercano lo constituyen esas miles de personas usuarias de las residencias vizcainas. Desde este lunes mismo podrán reencontrarse con sus familiares y allegados, algo que no ocurría desde el pasado verano. Lo harán sin descuidar las medidas de protección y siempre que hayan transcurrido siete días desde la administración de la segunda dosis.

El objetivo es "retomar progresivamente la normalidad", describían fuentes del Departamento de Acción Social. De acuerdo con esta flexibilización, las personas residentes podrán recibir a dos familiares en una misma visita, al menos tres veces por semana, durante un máximo de 1 hora. Estas visitas se podrán sustituir por paseos siempre y cuando las condiciones epidemiológicas y meteorológicas lo permitan.

Además, podrán salir al menos 2 veces a la semana en paseos terapéuticos, acompañadas por un máximo de dos personas, familiares o allegadas, y evitando "en todos los casos" los espacios cerrados o concurridos. Esta nueva normativa será de aplicación en los centros siempre que hayan transcurrido esos 7 días, tiempo en el que se estima que ya se ha hecho efectiva la inmunidad que proporciona la vacuna. La institución foral acompañaba esa orden de otra en la que ratifica la "necesidad de mantener las medidas para la prevención y contención de la entrada del virus en los centros actualmente en vigor". Así las cosas, las visitas y salidas deben ser organizadas de forma que "se maximice" el beneficio "físico y emocional" que aporta a las personas mayores, al mismo tiempo que se aplican las pautas de prevención en relación con el coronavirus.

Las residencias de ancianos de Bizkaia (154 centros con 10.748 plazas) quedaron el pasado viernes sin casos de coronavirus por primera vez desde el comienzo de la pandemia gracias al efecto de las vacunas. Desde la Diputación subrayaban que los estudios científicos publicados sobre la vacuna utilizada en los centros residenciales "certifican una eficacia de 94,6%, y de ella se espera especialmente que, en caso de enfermedad, las personas desarrollen cuadros leves".

Además de las salidas y visitas fijadas, cada residencia podrá autorizar mayores frecuencias y diversidad de las visitas "en función de las circunstancias personales de la persona residente, vínculo y dinámica previa a la declaración el estado de alerta sanitaria". Y según valoraban, "la dificultad de la persona residente para tolerar el uso continuado de la mascarilla no debe constituir un motivo de impedimento para recibir visitas", por lo que se deben guardar distancias y procurar que sea al aire libre.