El 20% de los trabajadores de las residencias de Bizkaia se niega a ser vacunado contra el coronavirus. Un dato que contrasta con la inoculación a los propios usuarios, entre los cuales solo el 3% no quiso recibir el fármaco, según los datos aportados el miércoles por el diputado de Acción Social, Sergio Murillo, en el pleno de las Juntas Generales.

Todas las residencias del territorio recibieron ya las primeras dosis, salvo tres -Marcelo Gangoiti, en Muskiz; Truiondo, en Zamudio, y Caser Artxanda, en Bilbao-, en los que se tuvo que posponer la vacunación debido a los brotes que han sufrido. En esta primera fase únicamente el 3% de los usuarios, 230 personas, rechazaron vacunarse, mientras que otras 95 no lo pudieron hacer al considerarlo incompatible. "El 96% de las personas usuarias estaban ya vacunadas el pasado viernes", destacó Murillo.

El diputado de Acción Social avanzó que, según el calendario de Osakidetza, a finales de esta semana 86 de los 154 centros autorizados de Bizkaia habrán completado el proceso de vacunación. Las últimas dosis, añadió, serán administradas a mediados de febrero y, de esta forma, la tan ansiada inmunidad de grupo se alcanzará a finales del próximo mes. En el caso de los centros para personas con discapacidad, el 86% de los usuarios están vacunados, solo el 3% -25 personas- rechazó vacunarse y otras cuatro, "una cifra insignificante sobre más de mil usuarios", no son vacunables.

Por su parte, entre los trabajadores el porcentaje de aquellos que no quieren vacunarse se eleva hasta el 20%, una decisión que recae en la propia persona, ya que no es obligatoria.

"El avance de la vacunación nos plantea un escenario de menores efectos de la infección", se congratuló Murillo, quien consideró que la vacunación está avanzando "a la velocidad deseada". Eso sí, advirtió de que, a pesar de completar esa inmunidad, "vamos a tener que seguir trabajando para evitar la infección. Las vacunas evitan las consecuencias del virus pero no evitan que nos contagiemos".

Una vez completada la inmunización en las residencias de Bizkaia, Murillo adelantó que el siguiente foco en materia de servicios sociales serán los grandes dependientes que reciben cuidados en sus domicilios, así como los familiares que se hacen cargo de ellos. "Es nuestra siguiente preocupación y estamos ya trabajando, poniéndonos a disposición del departamento de Salud para que, en función de la planificación y disponibilidad que tenga, podamos inocular ambas dosis a las personas en situación de dependencia que viven en el hogar y sus personas cuidadoras", avanzó.

Sanciones

Por otra parte, el responsable foral también informó de que los servicios de Inspección han abierto 22 expedientes sancionadores a residencias por no adoptar las medidas necesarias para frenar la expansión del virus. Desde el comienzo de la pandemia, estos profesionales, reforzados con 21 técnicos de prevención y control de la infección y cinco equipos de respuesta rápida, han realizado más de 4.000 actuaciones inspectoras, de ellas 1.126 visitas presenciales que han derivado en 73 requerimientos formales.

Además, en la bolsa de trabajo activada el 3 de abril del año pasado para cubrir las bajas de profesionales contagiados hay 3.172 profesionales inscritos y un tercio de las residencias autorizadas -52 de las 154- han recurrido a ella, en la que estaban incluidos 339 candidatos .