El voluntariado es un factor imprescindible en la acción solidaria dentro de una sociedad democrática, una labor que hoy, 5 de diciembre, celebra su día internacional, señalando hacia la participación y la solidaridad como valores clave de su práctica.

“Los voluntarios son personas diversas, en edad, formación, motivaciones, trayectoria vital, … personas que descubren en su entorno cercano o lejano situaciones de injusticia, situaciones a las que no responden con indiferencia sino con compromiso”, describe Mavi Laiseca, coordinadora General de Cáritas Bizkaia y responsable del Departamento de Voluntariado.

“Su práctica supone implicación y también, un poco de complicación, complicación que merece la pena” atesora Laiseca.

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Pero como bien recuerdan desde Cáritas Bizkaia, este año la pandemia provocada por el covid-19 “nos ha descolocado, nos ha puesto todo patas arriba”.

Aunque la crisis sanitaria no ha hecho distinciones, su impacto no ha sido el mismo en unas personas que en otras, en unas familias que en otras, y no hay duda de que la desigualdad se ha hecho más manifiesta y patente en aquellas familias en peor situación.

Desde la experiencia de Cáritas Bizkaia, Laiseca resalta las nuevas necesidades que han detectado, que van desde el impacto emocional por el aislamiento y la soledad: la pérdida del empleo y su impacto en la economía familiar: pobreza: dificultades para hacer frente a los gastos de vivienda y riesgo de aumento de los desahucios: desinformación; y, brecha digital en el acceso a derechos y en los procesos educativos de menores.

Pero además de nuevas necesidades, las consecuencias provocadas por la pandemia han generado muchos cambios en la población, tanto de conductas, metodologías, actividades…

En el caso de Cáritas Bizkaia, “hemos tenido que reinventarnos, pero siempre manteniendo nuestro modelo de intervención que apuesta por la defensa de los derechos de todas las personas, y por el aseguramiento de una vida digna” destaca la responsable del Departamento de Voluntariado.

Las personas voluntarias han generado respuestas creativas e innovadoras para seguir manteniendo el contacto y cercanía con las personas acompañadas. “En estos tiempos de grandes incertidumbres contar con apoyo se convierte en fundamental, y en muchos casos, vital”, añade.

Así, el teléfono y todos los recursos telemáticos se han convertido en herramienta básica para superar la distancia física. ”Hemos tenido que sustituir los contactos físicos por “encuentros” telefónicos o a través de la pantalla del ordenador”, puntualiza.

Otros proyectos de la organización adaptados a tiempos de pandemia han sido Uste on, de acompañamiento a través del teléfono dentro del área de mayores y envejecimiento, que permite generar un vínculo entre la persona mayor y la persona voluntaria; y el proyecto Hurbiltzen, nueva línea de apoyo socio escolar online que consiste en un programa de refuerzo educativo a distancia que utiliza tecnologías de información y comunicación para poner en contacto a personas voluntarias con familias en situación de vulnerabilidad con necesidad de refuerzo escolar para sus menores.

Desde el área de empleo y Economía solidaria se han complementado las acciones formativas dirigidas a personas en situación de desempleo con la modalidad telemática para asegurar la finalización de sus procesos formativos y las consecuentes acreditaciones que les permiten acceder a un empleo en condiciones dignas.

En el área de promoción social y personal se han organizado espacios con recursos informáticos que permiten a las personas que carecen de ellos acceder a gestiones básicas para facilitar documentación de su proceso de inserción y regularización.

Además, en tiempo de confinamiento todos los recursos dirigidos a personas sin hogar adaptaron su actividad en cuanto a horarios, servicios prestados, modalidades de entrega para cubrir la alimentación,

Pero si bien con la llegada de la crisis sanitaria las organizaciones sociales han tenido que cubrir las necesidades básicas de mayor urgencia, no hay que olvidarse de otras situaciones que también exigen estar atentos, algo que está muy presente en Cáritas Bizkaia, por lo que tanto su voluntariado como su personal contratado no pierde de vista ninguna situación de fragilidad y a ningún colectivo en dificultad.

Territorio solidario Bizkaia es un territorio solidario y de ahí que cuente con una gran representación de entidades de voluntariado. El presidente del Banco de Alimentos de Bizkaia, Luis Crovetto, valora muy positivamente la labor que desarrolla el voluntariado en la sociedad. “En primer lugar por que nos da posibilidad de aportar algo a la sociedad, sobre todo en nuestro caso cuando nos jubilamos, ya que la mayoría de los voluntarios y voluntarias del BAB somos jubilados; en segundo lugar, por que todo el bagaje profesional que hemos desarrollado a lo largo de tantos años puede seguir aportando valor a la sociedad; y, en tercer lugar, por que dedicar el tiempo a los demás es clave para mantenerse joven con ilusiones y con proyectos de futuro”.

Sobre la incidencia de la pandemia en las necesidades de la población vizcaina, el Banco de Alimentos argumenta con datos la realidad del momento. “Si en marzo de 2020 no llegaban a 25.000 las personas a las que atendíamos, ahora son 31.000, de las cuales más de 6.000 son niños. Además, esta cifra va en aumento, lo que resulta enormemente preocupante”, destaca Luis Crovetto.

A ello añade, el cambio en el perfil del nuevo demandante de ayuda, ahora es distinto, se trata de personas que de una situación desahogada al cerrar la empresa en que trabajaban o cerrar su negocio han pasado de ser donantes a necesitar ayuda. También hay personas con trabajos precarios o en Erte que con lo que ganan no pueden hacer frente a sus gastos.

Como las necesidades no hacen más que crecer, “seguimos pidiendo ayuda”, concluye el presidente del Banco de Alimentos de Bizkaia.

Junto a organizaciones como Cáritas Bizkaia y el Banco de Alimentos, la representación del voluntariado en Bizkaia tiene también a Bolunta, la agencia para el voluntariado y la participación de Bizkaia, como principal exponente.