La Diputación de Bizkaia y los ayuntamientos del territorio han pactado una recomendación para los municipios de que no superen el 2% de déficit público en los consistorios el año que viene.

El Consejo Territorial de Finanzas, integrado por representantes de la Diputación y los ayuntamientos, mantuvo una reunión el lunes, en la que se propusieron varios acuerdos, que fueron adoptados formalmente ayer en el consejo de gobierno de la institución foral. El primero es que, dada la pandemia, quedan sin efecto los objetivos de estabilidad, deuda y regla de gasto que estaban fijados para 2020, así como las reglas fiscales para el ejercicio 2021. El objetivo es que los ayuntamientos y mancomunidades del territorio tengan un mayor margen de maniobra en la gestión de la pandemiay sus consecuencias, aunque sin poner en riesgo su viabilidad económica y financiera a futuro.

En concreto, se han dejado sin efecto los objetivos que fijaban para este año la estabilidad presupuestaria sobre los ingresos no financieros (un 0,0% de déficit); el de deuda pública, que fijaba un máximo del 60% sobre los ingresos no financieros, y la regla de gasto de un máximo del 2,8% en 2020 respecto a 2019. Todo esto quedó suspendido y tampoco se fijaron objetivos de estabilidad presupuestaria, deuda pública y regla de gasto para el año próximo.

Tasa orientativa

No obstante, se aprobó la citada tasa de referencia de inestabilidad máxima (déficit), orientativa para los ayuntamientos y mancomunidades, del -2,0% durante 2021. Es una orientación, es decir, su incumplimiento no tendrá las consecuencias previstas en la normativa de estabilidad en vigor que se aplica en situaciones de normalidad.

También se aprobó que los remanentes de tesorería para gastos generales podrán ser utilizados por las entidades locales para realizar las modificaciones presupuestarias que consideren oportunas. Por último, quedaron sin efecto la obligatoriedad de aprobar planes económico-financieros de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera de las entidades locales de Bizkaia en 2020 y 2021, debido a la suspensión de las reglas fiscales en ambos ejercicios. Aunque no tienen que redactar estos planes, los ayuntamientos y mancomunidades deberán seguir enviando toda la información referente a la estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera a la Diputación.