Un día esta pandemia será superada y para muchos todo habrá quedado en una pesadilla de la que incluso sacarán enseñanzas. Para otros, en cambio, seguirá reciente el dolor de la pérdida de sus seres queridos y el vacío de no haberles podido despedir. El cementerio de Derio vive estos días una situación más complicada de lo habitual. Sus trabajadores no pueden permitir las despedidas y las vivencias dolorosas de por sí, ahora son dramas sin duelo. Por eso, el mayor camposanto vizcaino plantea que, cuando la pandemia sea superada, será el momento de ofrecer un último encuentro a las familias que se han visto privadas de despedir a sus fallecidos. Para ello, pretende organizar un concierto de música clásica que sirva de homenaje a todos los fallecidos en este periodo de confinamiento.

Solo ayer tuvieron lugar en Derio catorce cremaciones, pero el cementerio estaba vacío. Las medidas de aislamiento también llegaron al camposanto. En esta dramática realidad los trabajadores de la infraestructura mortuoria se encuentran con familiares que no pueden dar el último adiós a sus muertos. “Normalmente llegan aquí después de haber pasado un duelo. Este es el momento final de la despedida, pero ahora se les ha privado de los últimos momentos en el hospital y también en el cementerio”, lamentan. Era el caso de una mujer que no pudo dar el último adiós a su madre, fallecida después de tres semanas de aislamiento en las que su hija no la pudo visitar.,.

Los velatorios están cerrados y las medidas de protección ante el coronavirus no discriminan ninguna situación, por cruel que parezca.

El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, de quien dependen los cementerios de la villa, redactó una serie de normas para evitar lo que ocurre en otras ciudades del Estado. Así, comunicado que en caso de fallecimiento por infección del covid-19 no deberá asistir al cementerio ningún familiar o allegado y no se practicará despedida alguna, tanto en caso de inhumación como de cremación. Todas las cuestiones que se pudieran derivar del servicio de inhumación o de cremación se tramitarán por correo electrónico o teléfono. En el resto de los fallecimientos, el número de asistentes estará limitado a cuatro personas, que deberán guardar entre ellos y con el personal del cementerio una distancia de seguridad mínima de dos metros.

Salud también decidió que mientras dure la situación de confinamiento queda suspendida la recogida de cenizas, tanto por parte de particulares como de las funerarias. Estas últimas tendrán acceso a las urnas funerarias en el momento en que tengan que entregar la documentación obligatoria para el servicio de inhumación o cremación.

Para estas recomendaciones lleguen a buen puerto, Bilbao Zerbitzuak intensificará las medidas de seguridad con personal externo contratado exprofeso, que trabajará junto al personal del cementerio. Además, el personal del camposanto contará con el apoyo de Policía Municipal de Bilbao o Ertzaintza, si fuera necesario.

El cementerio municipal de Bilbao ampliará su servicio de cremación, en horario continuo de 8.00 a 22.00 horas y solicita la colaboración de todas las empresas de servicios funerarios para que cumplan estas condiciones siempre que les sea posible.