EBIDO a la expansión del coronavirus, las fronteras del Estado están cerradas y alrededor de 200 vascos permanecen atrapados sin poder regresar a sus casas. Personas mayores, niños y jóvenes todos reclaman una solución para retornar la vuelta a Euskadi en el menor tiempo posible. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores no da soluciones y las aerolíneas siguen vendiendo billetes de vuelos que luego no salen. "Es una pesadilla. Queremos estar en casa con nuestras familias", reclaman, solo algunos han optado por quedarse.

Lima: Koldo García y 26 jubilados vascos

"Cierran el hotel y nos quedamos en la calle"

Nadie les da una solución. El grupo de 26 jubilados atrapados en un hotel de la capital peruana confiesan estar "desesperados". La preocupación aumenta a medida que pasan los días y la situación se agrava. En el tono de voz de Koldo García, socio fundador de Erandio Bidaiak y portavoz de los 26 jubilados, se aprecia esa desazón provocada por la falta de alternativas y de promesas incumplidas: "Nos dijeron que iban a fletar un vuelo para las personas del Estado, pero al final nada", se lamenta García. Llevan días confinados en un habitación de apenas 12 metros cuadrados. "Nos encontramos en el pasillo", dice. El tiempo pasa y ellos ven desde las ventanas de sus habitaciones cómo los huéspedes de otros países se marchan. "¿Y nosotros, qué?", se preguntan. Las respuestas no llegan. Lo que sí saben es que el hotel donde están alojados se cierra mañana. En la planta están solo los 26 del grupo vasco. "Ahora trabajan cuatro operarios; nos dejan la comida en el ascensor y nosotros la cogemos. De la limpieza nos encargamos nosotros", apuntan. También los alimentos empiezan a escasear. "Lo llevamos notando hace días, pero ya nos han dicho que tendríamos comida solo para el lunes (hoy) o el martes. A partir de ahí no pueden hacer más por nosotros", cuenta preocupado, Koldo García. Según explica a DEIA llevan tiempo negociando directamente con la embajada la repatriación. Les dicen que abandonen cuanto antes el país, pero no nos ofrecen ninguna alternativa: "Somos los primeros interesados en volver, ¿pero cómo?", plantean. No entienden por qué todos los extranjeros están pudiendo regresar a sus países de origen y ellos continúan confinados en un hotel que cierra ya.

Tenerife: Leire y Joseba

"Las compañías siguen vendiendo billetes"

Leire y Joseba, una pareja de Gernika, han comprado billetes que luego la compañía ha cancelado. Su objetivo es intentar regresar a Bilbao de Tenerife donde han pasado unos días de vacaciones y reencontrarse con sus dos hijos que ahora están con los abuelos. Ayer, por fin, tomaron un vuelo a Barcelona. "Pero una vez allí no sabemos cómo vamos a ir a Bilbao", confiesan. Debían regresar el 22 de marzo, pero su vuelo se canceló. Compraron otro billete (400 euros la pareja) previsto para ayer domingo vía Barcelona. Finalmente despegó. "Nos han dejado comprar billetes y luego las compañías lo anulaban. Es una vergüenza que se esté permitiendo eso. En tiempo de desgracias siempre hay quien quiere hacer negocio", denuncia Leire enfadada. Poder contactar con la compañía ha sido misión imposible. "Si no llegamos a coger el vuelo del domingo tendríamos que haber comprado otro".

En el hotel en el que estaban alojados apenas quedaban turistas: "Les dábamos pena, pero ellos tenían que cerrar. La fecha límite era el martes". Una vez en Barcelona alquilaron un coche para llegar a Bizkaia. "Otra millonada alquilar un coche, pero solo tenemos ganas de abrazar a los nuestros", confiesan. Además, Leire es sanitaria y su responsabilidad profesional no le deja estar tranquila. "Puedo estar ayudando a la gente que lo necesita", concluye.

Lima: Javier, Aitor y Jon Mikel

"Nos han dado un vuelo para el 2 de mayo"

Javier González, Aitor Bergaretxe y Jon Mikel Alonso, tres amigos de Basauri no tienen vuelo de regreso Lima-Bilbao hasta el 2 de mayo. Esta es la fecha que les ha dado la compañía aérea con la que contrataron los vuelos de su viaje a Perú. Partieron el pasado 6 de marzo cuando no existían recomendaciones, ni restricciones por parte de los Gobiernos ni español ni peruano por lo que continuaron con el viaje. Sin embargo, tras ocho días de viaje por tierras peruanas decretan el cierre de las fronteras y comienza su pesadilla. Lograron como pudieron llegar a Lima el 17 de marzo, día desde el cual permanecen recluidos en un hostal. "Hemos hablado con el consulado de España en Lima, con nuestra aerolínea (AirEuropa), la cual nos ha cambiado el vuelo de vuelta unilateralmente al 2 de mayo. Mes y medio después de cancelar el nuestro. Increíble". Ya no saben qué hacer. Comprueban que turistas de otros países abandonan Perú y a ellos nadie les da una solución. Les dijeron que el 22 de marzo se iba a fletar un vuelo para repatriar a las personas del Estado español. Pero la operación fue abortada. El día 21 de marzo, el Gobierno peruano decidió cancelar absolutamente todos los vuelos, por lo que su avión tampoco salió. "En estos momentos, estamos bastante desanimados ya que no vemos movimientos por parte del Gobierno español. Hemos visto que otros países como Israel ha enviado un convoy de 4 aviones en menos de 24 horas desde el cierre de fronteras, Chile, México, Brasil y Argentina, también han repatriado a sus ciudadanos. En cambio, España sigue "negociando" para repatriar a los turistas atrapados en diferentes puntos del mundo. "Las aerolíneas se lavan las manos y no responden. Nos encontramos en este país multitud de vascos, españoles y europeos sin poder salir y sin saber qué nos esperá", lanzan.

Lima: Manu y Montse

"Estamos casi sin dinero y nadie nos informa"

Manu y Montse llegaron a Perú el día 9 de marzo de vacaciones con un circuito programado hasta el 22 de marzo. El 14 se encontraban en Arequipa y les avisaron de que el 16 se cerraban las fronteras por lo que debían abandonar el país cuanto antes. Contactaron con la agencia y les gestionaron un vuelo para el día 15 hacia Lima y de allí a Sao Paulo y Madrid. Pero todo fue desvaneciéndose y siguen atrapados en Lima. Primero, su vuelo de Arequipa no salió debido a la niebla por lo que tuvieron que regresar al hotel para intentarlo de nuevo a las 6 de la mañana. Debido al flujo de gente y los pocos aviones, solo consiguieron un vuelo a Lima, siendo ya imposible salir del país. Una vez en la embajada comenzó el verdadero confinamiento. "Ni la agencia ni nadie contacta con nosotros y la embajada está cerrada". Intentaron alquilar vía Airbnb y tras realizar tres reservas todas se las anularon tras hablar con ellos y conocer su nacionalidad. Desesperados y sin nadie que les ayude con el país bloqueado, el ejército en la calle y todo cerrado consiguieron que un taxista les buscara un alojamiento. Están casi sin dinero y nadie les informa de nada. "La embajada tampoco les responde al teléfono. La única ayuda recibida ha sido por parte de la Euskal Etxea de Lima".

Lima: Naiara Madariaga

"En medio de la catarsis me quedo en Perú"

Su caso es diferente. Naiara Madariaga se encuentra en Lima sin que por el momento esté entre sus planteamientos el retorno. Su ruta comenzó desde Bermeo a Patagonia, Argentina, Chile, Bolivia y Perú. Reconoce que en medio de esta catarsis general generada por la pandemia ha habido un momento en el que se ha sentido contagiada por el miedo colectivo y pensó en adelantar la vuelta y sumarse a las peticiones de repatriación, pero de momento ha aparcado esos pensamientos y se ha dado cuenta de que prefiere continuar con su experiencia vital. Así, en estos momentos está en trámites, buscando una habitación en un apartamento para quedarse en Lima hasta que pase un poco la crisis. "Incluso estoy buscando trabajo aquí ya que en mi tierra no veo futuro inmediato", señala esta abogada de Bermeo.