Bilbao - La Diputación cobrará una tasa para presentarse a las oposiciones públicas que convoque. La institución foral es prácticamente la única del entorno en la que todavía es gratuito acceder a una OPE, lo que deriva en que muchas de las personas que se inscriben en las pruebas no se presentan a ellas, lo que supone un gasto en medios materiales y humanos que no se corresponde con las necesidades reales.

La Diputación no tiene establecida una contraprestación económica con la que hacer frente, aunque sea en parte, a los gastos derivados de los procedimientos de selección de su plantilla, ya sean para seleccionar al personal con carácter temporal, interino o definitivo. Esto ha motivado que a las oposiciones desarrolladas en los últimos años se presenten un elevado número de solicitudes, lo que obliga a la institución foral a organizar para esas pruebas un despliegue de medios humanos y materiales que en ocasiones no se corresponden con las necesidades reales. Se trata, pues, de establecer una cuantía que funcione como freno para quien se inscribe en la prueba porque es gratuito y después renuncia a presentarse al examen.

Solo un ejemplo: el 8 de junio del año pasado, la Diputación celebró la OPE más grande su historia, tanto en número de plazas ofertadas, 308, como en personas aspirantes, 8.752. El ente foral reservó dos pabellones del BEC, coordinó un equipo de más de 470 personas para la organización del examen y adquirió 345.000 folios, 10.000 sobres, 9.000 hojas de respuestas tipo test, 9.000 bolígrafos y 140 kilos de caramelos. Cuando llegó el sábado, de las 8.752 personas que fueron consideradas aptas para acceder a la oposición, solo se presentaron en el BEC 4.738. Un 53,5% de las aspirantes.

En ese contexto, el objetivo que persigue la Diputación con el establecimiento de una tasa para presentarse a las oposiciones que convoque es doble. Por una parte, lograr un mejor ajuste entre la oferta y la demanda; esto es, que las personas que se inscriban en el proceso sean realmente las que tienen un interés real por presentarse, y, por otra, obtener recursos que financien parcialmente la organización de las pruebas.

El cobro de tasas por presentarse a los exámenes de los procesos de selección de personas es una práctica habitual en las instituciones del entorno. El Ayuntamiento de Bilbao obliga al pago de 6 euros a las personas que quieren presentarse a sus procesos de selección de personas, mientras que en Gasteiz la cuantía oscila entre los 3 y los 30 euros. Entre las diputaciones, la de Gipuzkoa aprobó en marzo del año pasado exigir una tasa de 20 euros para inscribirse en sus oposiciones y en la de Araba se establece una horquilla de entre 10 y 30 euros, dependiendo de la escala de la plaza.

Aprobación en Juntas Generales La Diputación comenzó la tramitación de esta nueva normativa, que se regulará a través de una Norma Foral y, como tal, deberá ser debatida y aprobada por las Juntas Generales. La regulación llega en un momento en el que la Diputación prevé la realización de oposiciones masivas. En el propio plan de legislatura 2019-2023 del Ejecutivo encabezado por Unai Rementeria se prevé la oferta de 560 nuevas plazas públicas en los próximos tres años, 140 de ellas este mismo 2020. La institución foral, de hecho, se prepara para abordar el relevo general del 17% de su plantilla. De aquí a finales de 2023 cumplirán 65 años 234 personas y otras 35 del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento alcanzarán la edad de jubilación de 59 años. Solo estos dos colectivos suman 269 personas, ya que cada trabajador, por su vida profesional, tiene una edad concreta de jubilación o puede haber quien espere más tiempo para retirarse del ejercicio profesional.

Sin embargo, la Diputación cree que esa cifra pueda duplicarse, hasta los 540 funcionarios, haciendo una extrapolación de la tendencia de jubilaciones anticipadas y renuncias que existe en el colectivo.