El club de remo Itsasoko Ama de Santurtzi tiene cuerda para rato, para mucho rato más allá de sus 52 años de vida. Así se demostró ayer en el concurso de creación de estrobos, una iniciativa que vivió su segunda edición en las instalaciones del club en el puerto de la localidad marinera. Allí, entre bote y bote, más de medio centenar de canteranos y entrenadores del club, además de remeros veteranos mostraron sus habilidades a la hora de crear con cuerdas estas sujeciones para los remos. "Este es el segundo año que celebramos este concurso y esperemos que se consolide como una actividad dentro del club. Han venido canteranos, veteranos que van a enseñar a los más jóvenes a hacer estrobos? Es algo necesario porque se está perdiendo la costumbre de crear estrobos", señaló Julio Artetxe, presidente del club de remo Itsasoko Ama.

Así, a ritmo de la txalaparta que hacían sonar unos txalapartaris ubicados en la misma entrada del pabellón del club, los participantes en este certamen que es, sobre todo, una clase de creación de estas sujeciones, fueron cogiendo cuerda y empezaron a entrelazar, algunos como buenamente podían, las cuerdas para ir dando forma al estrobo. Los más jóvenes eran mayoría en el concurso y cada uno iba tirando de maña y, algunos de imaginación para ir creando el estrobo. Ejemplo de ello era Beñat, Eleder, Mikel, Erlantz y Andoni, cinco canteranos del club morado que no quisieron perderse la oportunidad de ir cogiendo habilidad en esto de crear estrobos. "No es fácil, pero creemos que todo consiste en hacer, intentarlo e ir cogiéndole el truco hasta que te salgan bien", señalaron estos jóvenes que llevan entre y dos y tres años en las categorías inferiores de Itsasoko Ama. "Nos gusta mucho el remo, es un deporte muy sacrificado, pero también muy gratificante", indicaron mientras iban entrelazando cuerdas, dando pasos para, finalmente, dar forma a sus estrobos.

En esas estaban también Jon Macarrón, Ian Bilbao e Ibai Fernández, otros tres canteranos del club. Mientras a Ibai se le veía con bastante maña en el noble arte de la creación de estrobos, a Jon e Ian les costaba un poco más. "Esperamos que el concurso nos sirva para ir cogiendo práctica y, poco a poco, ir mejorando, señalaron ante la atenta mirada de algunos entrenadores de las categorías inferiores del club que iban ayudando en lo que podían a sus remeros.

También había padres y madres que echaban una mano, habilidosa, a sus hijos y veteranos que, curtidos en mil batallas, dominan las cuerdas a la perfección y crean un estrobo en un santiamén. Uno de ellos era Jesús San Martín, un remero de los veteranos de Iberia que, al conocer la iniciativa de Itsasoko Ama, no dudó en acudir a las instalaciones del club morado. Se le veía con maña, mucha maña y fluidez en el manejo de las cuerdas y varias de las personas que acudieron al concurso se fijaban en cómo Jesús se afanaba en entrelazar las cuerdas. "Para hacerlo bien, al final hay que ver a otros cómo lo hacen y hay que coger práctica. Hoy en día se estilan los de nylon, pero los remeros buenos suelen utilizar los de cuerda. El problema que tienen estos últimos es que se suelen dar de sí", reconoció Jesús.

Con el paso de los minutos, desde la megafonía se iba señalando a los participantes que el tiempo para presentar los estrobos se iba consumiendo y, poco a poco, la mesa de la organización se fue llenando de cuerdas, pero esta vez ya convertidas en sujeciones artesanales para los remos. Los encargados de decidir quienes eran los ganadores del concurso fueron Yeray Cayón y David Durán los dos marcas de la Sotera. Tras las deliberaciones, además de entregarse los merecidos premios, hubo un lunch que puso punto y final al primer acto oficial del año 2020 para Itsasoko Ama, un club que afronta un año muy ilusionante y que tiene cuerda para rato.