Bilbao - Más de 55.000 personas mayores, en situación de dependencia o de vulnerabilidad cuentan en Euskadi con la ayuda, atención y supervisión de los profesionales del servicio de teleasistencia Beti On, conocido por la medalla de alarma con botón rojo. "Un servicio con alma y mucha humanidad" -dijo ayer la consejera Beatriz Artolazabal en la sede de Beti On-, en el que "la tecnología es importante", añadió el lehendakari, "pero lo más valioso son las personas que están detrás y atienden a los usuarios".

Ayer, víspera de Nochebuena, un buen número de usuarios de la teleasistencia recibieron la felicitación personal de sus alcaldes y alcaldesas, que acudieron al centro de llamadas de Beti On para contactar con alguno de esos 55.000 vascos que no solo pueden alertar a los servicios sociosanitarios en el caso de sufrir una caída, un percance de salud o un accidente, sino que también cuentan con compañía, un seguimiento de su situación personal y un servicio de atención por parte de profesionales. El lehendakari Iñigo Urkullu, que ayer participó en la jornada de puertas abiertas de Beti On y conversó con usuarias y usuarios, familiares, cuidadoras y trabajadores, resaltó la respuesta a emergencias que presta el servicio, así como el apoyo psicológico y social, la compañía, seguimiento y orientación. Aseguró que hablaba de Beti On "con conocimiento y experiencia", porque su madre "es usuaria".

La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, le recordó al lehendakari la visita que había realizado a la sede de Beti On hace seis años, cuando "atendíamos a 18.000 usuarios y nos planteábamos el objetivo de llegar a 30.000 en 2020". "Ahora estamos a punto de doblar aquellas expectativas, que nos parecían difíciles de alcanzar y para ello se ha trabajado mucho desde el Departamento", añadió Artolazabal. La consejera, que charló con Vega, Elena, Juan Carlos, Presentación, Dina, Elda, Yolanda, María Ángeles, Gregorio, Begoña, Josefa y José María -los usuarios invitados a la jornada-, adelantó que se va a incidir en la extensión del servicio en aquellos municipios con bajo porcentaje de usuarios y pidió a los presentes que actuaran de "embajadores" de "las ventajas de la medalla para seguir viviendo sin miedo en vuestros hogares y entornos".

Beatriz Artolazabal también anunció un próximo acuerdo con las asociaciones vascas de familiares de personas con Alzheimer, la edición de una guía de buenas prácticas, la puesta en marcha de la tramitación por vías telemáticas de las nuevas solicitudes y de un amplio plan de digitalización de los dispositivos de alarma instalados en los hogares. La incorporación de las nuevas tecnologías a los dispositivos de aviso y alarma también fue mencionada por Iñigo Urkullu, quien avanzó que en breve el 25% de los hogares con teleasistencia dispondrá de terminales digitales. Además está prevista la apertura de un centro logístico del servicio en Aretxabaleta para atender con más eficacia y rapidez a las localidades del interior de Gipuzkoa.

Mientras el lehendakari y la consejera explicaban a los usuarios y los trabajadores los avances realizados y programados en un servicio "pionero en el Estado y en Europa", los alcaldes y alcaldesas de Bilbao, Gasteiz, Barakaldo, Portugalete, Laudio, Erandio, Arrigorriaga, Aia, Arrasate y Zarautz se ponían en contacto telefónico con vecinos de sus municipios registrados en el servicio para felicitarles la Navidad y recordarles que Beti On también es -en palabras de Beatriz Artolazabal- una herramienta "para luchar contra la tremenda lacra de la soledad no deseada". En la sala, Elda confirmaba que ella lleva "unos cuatro años" como usuaria del servicio y que, aunque aún no ha tenido que hacer uso de la alarma, agradece las llamadas periódicas de las trabajadoras sociales "porque me gusta mucho hablar". La jornada de puertas abiertas concluyó con un poema recitado por una usuaria y con un villancico cantado por el alcalde de Laudio, Ander Añibarro, y coreado por todos los asistentes.