BARAKALDO. La diferencia entre beber y catar es tan grande como la que hay entre oír y escuchar. Bebiendo se puede acabar ignorando la esencia, los matices de aquello que se está consumiendo, mientras que catando se perciben, diferencian y disfrutan esos matices que acaban haciendo de la sidra vasca con Denominación de Origen un caldo único. Esa fue una de las grandes lecturas que sacaron los asistentes en la jornada de ayer al Sagardo Eguna de Barakaldo, una cita que reunió a un total de catorce productores de sidra vasca y que puso buena cara y mejor sabor a una jornada que estuvo deslucida, en muchos momentos, por la lluvia.

A lo largo y ancho de la Herriko Plaza había espacio para todos. Para quienes querían degustar el mejor sagardo, había diversos puestos, también había espacio para quienes querían picar pintxos de Eusko Label y, cómo no, para quienes querían conocer en profundidad estos caldos mediante una cata. “Lo que más sorprende, de entrada, a la gente es que servimos la sidra en copa. De esta manera, se potencian su olor y su sabor y también, por qué no decirlo, se le da otra presencia”, explicó Mikel Garaizabal. Este divulgador ejerció de guía en ese viaja por el mundo de la sidra que hicieron quienes tomaron parte en estas catas. “El objetivo de este evento es dar a conocer entre la ciudadanía el sagardo con Denominación de Origen y creo que, pese a la lluvia, lo estamos consiguiendo”, señaló Garaizabal. Y es que hubo muchas personas a las que no achantó el importante aguacero que cayó durante varios momentos de la jornada de ayer. Al mal tiempo había que ponerle buena cara y también había que hacer equilibrismos para poder tomarse las copas de sidra. El paraguas en una mano, la copa en otra... Y en algunos casos había a quien había que sostenerle o el paraguas o la copa. La razón no era otra que los teléfonos móviles. El objetivo de quienes manejaban sus dispositivos no era otro que inmortalizar, grabar la exhibición de herri kirolak que hicieron Aitzol Atutxa, Inhar Urruzuno y Julen Larrea. Pese al intenso aguacero, dieron un gran espectáculo que el público agradeció. Entre los puestos de este Sagardo Eguna estaban Tino Hidalgo, Kepa Aurrekoetxea y Hugo Lamana. “Hemos venido porque nos ha convencido Tino”, comentaron Kepa y Hugo. Y es que Tino es un auténtico enamorado del sagardo desde hace dos décadas. “Hace más de 20 años probé una copa de Zelaia y me enamoré. Desde entonces, me he convertido en un consumidor habitual. Es una bebida magnífica porque es ligera, fresca y tiene baja graduación”, explicó Tino.

Asado Solidario

La jornada vespertina estuvo plagada de actividad y, en la misma, la lluvia respetó. Así, no empañó ni la romería que estaba programada ni el evento que mostró la mejor cara del Sagardo Eguna de Barakaldo; el Asado Solidario. Así, desde las 20.00 horas, se fueron poniendo a la venta los pintxos de este asado cuya recaudación irá destinada al Rastrillo Infantil Solidario de Barakaldo. Esta acción lleva casi dos décadas desarrollándose en la localidad fabril y, en esta ocasión, todos los fondos recaudados irán destinados a la Asociación Arnasa de Fibrosis Quística. Así, quienes ayer a la noche degustaron los sabrosos pintxos de Eusko Label, además de darse un auténtico alegrón para el paladar, pusieron su granito de arena para que Arnasa, gracias al Rastrillo Infantil Solidario, pueda ayudar a la financiación de un estudio clínico que se está llevando a cabo en la UPV/EHU y que busca mejorar la calidad de quienes padecen esta enfermedad que, a día de hoy, es incurable.