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Una vida entre retablos

El historiador Jesús Muñiz Petralanda ha asesorado en la restauración del retablo mayor de Arrieta Prepara un libro sobre esta joya tardogótica de principios del siglo XVI que fue reinaugurada el lunes

Una vida entre retablosSAnti Yaniz

Arrieta - La iglesia San Martín Obispo de Líbano de Arrieta alberga una auténtica joya artística que luce ahora un renovado aspecto tras un exitoso proceso de restauración. Concretamente, sobre el altar se encuentra un retablo mayor de principios del siglo XVI. “No es nada habitual conservar retablos de esta época. Son de los más antiguos que conservamos en el País Vasco del estilo gótico tardío”, explica el historiador Jesús Muñiz Petralanda, que ha asesorado en el proceso de restauración llevado a cabo por la empresa Equipo 7 Restauración S.A., y que prepara un libro sobre esta obra que, probablemente, verá la luz el próximo año. En paralelo, también trabaja en su tesis doctoral sobre retablos tardogóticos de Bizkaia, Gipuzkoa y norte de Araba.

Una vida entre retablos que le han convertido en un experto. Por eso se muestra entusiasmado con el resultado final de la restauración, que ha otorgado un nuevo brillo a esta excepcional obra. “Apenas llegan a una docena los restos de retablos que conservamos y éste lo tenemos completo. Están todos los relieves y las tallas, salvo los del Sagrario que se perdieron tras la reforma del Concilio Vaticano II”, expone Muñiz.

Precisamente, este pasado lunes se reinauguró el retablo en una ceremonia presidida por el obispo de Bilbao y celebrada por los curas Xabier Ikobaltzeta, Javier Etxebarria y Martín Orbe y el religioso trinitario Martín Baraiazarra. También acompañó la liturgia el coro parroquial de Gamiz.

Una ceremonia especial, dentro de las fiestas patronales, en la que los asistentes pudieron contemplar el nuevo estado del retablo. “A los vecinos les ha sorprendido bastante la restauración”, señala Muñiz, sobre las impresiones que está despertando la obra.

Pero, para llegar a su estado actual, ha sido necesario recorrer un largo camino que se ha dilatado en el tiempo. Esto es debido a que en diciembre 2006 un incendio en un txoko anexo a la parroquia provocó importantes daños en la fachada que acabaron afectando al retablo. “Para extinguir el incendio los bomberos necesitaron emplear mucha agua, lo que generó una gran humedad en la pared y acabó afectando al retablo, que se vio afectado enormemente por hongos”, relata Muñiz.

A partir de entonces, comenzó una batalla legal para depurar responsabilidades y se inició un proceso para encontrar financiación para restaurar la obra. “La restauración ha sido sufragada por la Diputación Foral de Bizkaia, la Fundación Gondra Barandiaran y feligreses entre los que destaca el marqués de Acillona”, apunta Muñiz.

De esta manera, tras dar luz verde al proyecto, el equipo de profesionales de Equipo 7 se puso manos a la obra para restaurar la dañada obra en un laborioso proceso, ya que el retablo es “iconográficamente muy rico, despliega uno de los repertorios más amplios que conocemos a nivel del estado de la historia de San Martín”, indica Muñiz. Así, los trabajos se iniciaron el año pasado y se han visto culminados recientemente. “Hemos tenido la inmensa suerte de recuperar la policromía original en el proceso de restauración. Esto es muy complicado, porque los retablos se intervenían constantemente, se repolicromaban y, por lo tanto, llegar a conservar el aspecto original es bastante excepcional. En este caso además hemos recuperado una policromía de gran calidad y presenta diversas técnicas. Entre otras, destaca el uso del brocado aplicado, que consiste en aplicar finas placas de estaño moldeadas en relieve que posteriormente se rellenan con cera o resina y finalmente se decoran con pan de oro y lacas de color”, detalla Muñiz.

Por último, desde este sábado al mediodía hasta final de año se realizarán visitas guiadas gratuitas bajo demanda para dar a conocer esta joya de Arrieta.