Bilbao - La Diputación y el Gobierno vasco trabajan ya en los planes de revitalización para Ezkerraldea, Meatzaldea y Enkarterri, que tomarán el relevo a los planes de choque y de estímulo puestos en marcha durante estos dos últimos años en las tres comarcas. Los planes comarcales, que incluirán actuaciones para los próximos diez años, serán elaborados de forma participativa, incorporando desde asociaciones de vecinos a grandes empresas tractoras, pasando por agrupaciones de comerciantes o centros de educación y universidades. Las actuaciones se comenzarán a poner en marcha en el segundo semestre de 2020, en el caso de Enkarterri, y a finales del próximo año, en los de Ezkerraldea y Mea-tzaldea.

En mayo del año pasado, el Parlamento Vasco aprobó un informe sobre la situación socioeconómica de Ezkerraldea, Meatzaldea y Oarsoaldea, que recogía la necesidad de poner en marcha un plan de choque urgente y la elaboración de un plan estratégico para impulsar la reactivación económica de las comarcas más desfavorecidas de Euskadi. Aunque la ponencia se había centrado en esas tres, en las conclusiones se incluía también a Enkarterri entre las zonas que precisaban una atención prioritaria y en las que las instituciones vascas debían mantener e intensificar su voluntad de recuperarlas social y económicamente.

Por su parte, en Enkarterri se desarrolla desde el 1 de enero de 2018 el denominado plan de estímulo, que, con una inversión de siete millones de euros, se compone de doce medidas que responden a problemáticas concretas de la comarca y van dirigidas a mejorar la competitividad de las empresas, la estructura sectorial de la comarca y diversos aspectos del entorno empresarial que pretenden beneficiar tanto a la competitividad de las empresas como a la calidad de vida de sus ciudadanos.

En octubre de 2018 fue aprobado el plan de choque para Ezkerraldea-Meatzaldea, con 64 millones de euros de inversión -que incluye también a Oarsoaldea, en Gipuzkoa- para la reactivación económica de esta comarca, la generación de empleo y la mejora del desarrollo social en los diez municipios que las integran, al estar incluido también Erandio, desarrollados durante estos dos ejercicios.

El inicio Ahora es el momento de iniciar el proceso para definir los dos planes estratégicos comarcales para Ezkerraldea y Meatzaldea, por un lado, y Enkarterri, por otro, que aspiran a convertirse en un instrumento fundamental para revitalizar estas zonas dentro de la estrategia interinstitucional para el desarrollo de las zonas desfavorecidas de Euskadi.

En su diseño participarán todos los agentes relevantes de cada una de las comarcas a nivel institucional, empresarial, social y del conocimiento, como ayuntamientos, mancomunidades, entidades locales y comarcales de desarrollo, grandes empresas tractoras, agrupaciones empresariales y de comerciantes, asociaciones vecinales y otros grupos con amplia representación social, centros de educación y formación profesional, universidades y agentes científico-tecnológicos, así como otros agentes y personas relevantes de cada comarca.

Además de la participación de estos agentes en las mesas en las que serán elaborados los planes, también se pondrán en marcha otro tipo de iniciativas para detectar las necesidades y expectativas de la ciudadanía, las empresas y el tejido social de las comarcas, así como recoger sus propuestas. Durante la puesta en marcha de los planes los espacios de participación e información permanecerá abiertos tanto con los agentes relevantes de la comarca como de los propios ciudadanos.

Los planes abordarán el desarrollo socioeconómico de una forma integral, incidiendo tanto en la reactivación económica, el empleo y la formación como en la cohesión social, los servicios públicos, la regeneración urbana y medioambiental, así como la sostenibilidad. Tendrán una mirada estratégica compartida para futuro de cada comarca, con el horizonte temporal de 2030 y otro intermedio en 2025, estableciendo los retos más importantes en los que trabajar y las líneas estratégicas de actuación para alcanzar esos hitos, describiendo al detalle en qué consistirá cada iniciativa, quién la llevará a cabo, cuándo y cómo conseguirá financiación.

En cada comarca, además, se identificarán tres proyectos tractores, que podrían ser hasta cinco en el caso de Ezkerraldea-Meatzaldea, que destaquen por su viabilidad, su efecto de arrastre económico y su potencial de impacto social.

Asimismo, se establecerán una serie de indicadores para que, una vez se pongan en marcha los planes, se pueda monitorizar la evolución del contexto socioeconómico de la comarca, pero también para evaluar el impacto de los proyectos tractores o medir la percepción de los ciudadanos sobre si ha mejorado o no la situación de su entorno.