Zalla - El equipo de gobierno en funciones de Zalla ultima el proyecto para rehabilitar los vestigios del palacio Urrutia y la capilla de San Antonio de La Mella, contando con una subvención del Gobierno vasco que cubre 120.000 euros de los 180.000 que requerirá la intervención. El Consistorio quiere acelerar las obras en la medida de lo posible para evitar el riesgo de derrumbe ante el deterioro que presentan los edificios.

La visita de expertos del servicio de Patrimonio de la Diputación reafirmaba el valor histórico y artístico de este conjunto monumental. La institución foral se implicará en las obras ofreciendo una serie de pautas para efectuar una intervención correcta, según indican desde el Ayuntamiento. Otra subvención del Gobierno vasco ayudará a profundizar en las intervenciones, tras la cesión gratuita del palacio y la capilla por parte de la familia.

Ambos edificios se levantan junto a la antigua calzada real del Kadagua, importante ruta de comunicación comercial entre la meseta y la costa, “hoy en día integrada dentro del Camino de Santiago y declarada Bien Cultural Calificado con la categoría de Conjunto Monumental”. La familia Urrutia ordenó erigir las dos construcciones, que estuvieron rodeadas por ferrerías y molinos en las inmediaciones del río Kadagua. Más en concreto, “doña Jerónima de Achuriaga y Murga-Loyzaga y, a la muerte de su esposa, don Antonio de Urrutia y Salazar (caballero del Hábito de Santiago desde el año 1677, alcalde de Zalla, Procurador General de las Encartaciones de Bizkaia y enterrado en dicha ermita en un sepulcro con figura orante), relata la página de turismo Zallatur, que recoge lugares de interés en la localidad.

Precisamente, la capilla funeraria de San Antonio de Padua, también del siglo XVII, sobresale por ser uno de los pocos ejemplos de este tipo de arquitectura. Una puerta de hierro forjado protegía la entrada para que la familia Urrutia escuchara las misas desde el palacio situado justo enfrente. Casi ningún elemento de entonces queda en el interior de la ermita: había un retablo y una escultura de Antonio de Urrutia. Esta sí, se conserva en el Museo de las Encartaciones, donde sigue cautivando a los visitantes por el detalle con el que escultor reprodujo el ropaje de la época, su largo cabello o la expresión de su rostro mientras reza. También se vislumbra la rehabilitación de la ermita de Santa Ana de Bolumburu, que emprenderá la Diputación Foral de Bizkaia. - E. C.