Gamiz-Fika - Asier Larrabe, actual alcalde de Gamiz-Fika, casado y con dos hijos, a sus 51 años encabezará de nuevo la lista de EAJ-PNV.

Repite como candidato tras haber sido ya alcalde en otra etapa anterior. ¿Se siente con fuerzas?

-Sí. Quiero mucho a mi pueblo. Es la segunda etapa como alcalde y es una gran satisfacción que los vecinos volvieran a confiar en mí después de un paréntesis de 16 años.

En su primera etapa llegó a la Alcaldía siendo muy joven.

-Tenía 23 años y estuve 8 como alcalde. Siempre me he sentido orgulloso de ser de Gamiz-Fika. Tras dos legislaturas decidí dar un paso a un lado porque quería formar una familia.

Esta legislatura ha hecho hincapié en la cercanía con los vecinos.

-Intento ser cercano. Gamiz-Fika es un pueblo pequeño y la gente te pide cosas incluso en misa, como se suele decir. Me considero sincero y transparente y lucho lo indecible por mi pueblo, para conseguir todo lo que pueda en su beneficio.

Su puerta siempre está abierta.

-Siempre, para todo el mundo. El primer año de esta legislatura recibí a más de 200 personas.

Sin embargo, no será fácil contentar a todo el mundo en un pueblo con recursos limitados.

-Es complicado, pero si algo he aprendido con el paso de los años es a ser muy sincero. Cuando digo que voy a hacer algo es que realmente hay posibilidades de hacerlo.

A pesar de todo, se han impulsado proyectos importantes.

-No tenemos industria y los tiempos han cambiado a nivel urbanístico. Funcionamos en base a los impuestos del municipio, además de las ayudas de Udalkutxa y el resto de instituciones. Por eso durante estos cuatro años he tocado todas las puertas que he podido. Así, esta legislatura hemos realizado inversiones en infraestructuras por valor de 2,5 millones de euros, que para un municipio como el nuestro es una cifra muy importante.

En caso de revalidar la makila, ¿qué podría aportar al municipio?

-Trabajo, trabajo y trabajo. Está claro que en cuatro años no se pueden ejecutar todos los proyectos previstos. Mi labor es seguir insistiendo en mejorar la calidad de vida de los vecinos. Queda proyecto por hacer.

¿Cómo es su equipo?

-Es un equipo muy potente. Repiten todos los de la pasada legislatura y hay algunas novedades. Les tengo que agradecer que allá donde tengo que ir me acompañan, incluso hasta un entierro. No obstante, además del equipo político tengo otros equipos. Los funcionarios del Ayuntamiento me ayudan muchísimo, al igual que en los Servicios Sociales de Mungialde y en Jata-Ondo. Allí hay gente muy involucrada.

¿Cuál es el mayor desafío para la próxima legislatura?

-Hemos sentado las bases del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Es un trabajo que hay que hacer de forma conjunta con la ciudadanía, plantearnos qué pueblo queremos. Tenemos que buscar el equilibrio para que los jóvenes puedan quedarse en Gamiz-Fika.

¿Qué otros proyectos baraja?

-Me gustaría seguir apostando por las mejoras en la red de saneamiento. No estamos como para perder ni una gota de agua. Hay proyectos pero necesitamos la ayuda de las instituciones. También cuidar los caminos rurales, rutas de senderismo, etc.

¿Qué servicios le gustaría mejorar?

-Tenemos que pensar en la gente joven. Este año hemos habilitado la biblioteca como ludoteca y hay que buscar fórmulas para que los jóvenes puedan formar familias aquí. Cuando ves niños en las plazas ves un pueblo con vida.

Siendo un municipio eminentemente rural, ¿qué se puede potenciar en este ámbito?

-Somos el segundo municipio de la comarca con más hectáreas dedicadas a la agricultura. Estoy muy satisfecho del incremento del número de invernaderos que se ha producido estos últimos años. Está viniendo mucha gente joven a realizar importantes inversiones para trabajar la tierra aquí y eso hay que apoyarlo.

Además, la casa Errementari es el proyecto estrella.

-Es un proyecto muy importante y necesario para el núcleo urbano de Fika. Tenemos muchas ganas de verlo terminado, que esperamos sea para mediados de 2020. También la aprobación de la construcción del bidegorri entre los núcleos de Gamiz y Fika o el proyecto para la casa del obispado son de gran importancia.

Por último, ¿qué balance realiza de estos cuatro años al frente del Ayuntamiento?

-Creo que le hemos dado un giro de 180 grados al municipio. Hemos realizado mejoras en los frontones, en la red de saneamiento, hemos puesto en valor el Cinturón de Hierro, impulsado estudios para catalogar la ermita de San Pedro, mejoras en las áreas de juegos infantiles, el proyecto de la casa Errementari, recuperado la fiesta de San Martín, impulsado el proyecto de construcción de un bidegorri, renovado los locales municipales que tenían problemas de termitas, además del mantenimiento de las instalaciones públicas y la limpieza del municipio.

Entonces, ¿se siente satisfecho por la labor desarrollada?

-Gobernar no es fácil, pero creo que en líneas generales hemos mejorado. Quien me conoce sabe que me gusta hacer las cosas cuanto antes porque, de lo contrario, se corre el riesgo de que se olviden.

“Tenemos ganas de ver terminado el proyecto de Errementari. Esperemos que sea para mediados de 2020”

“Estos 4 años he tocado todas las puertas que he podido y hemos realizado inversiones por valor de 2,5 millones”