Loiu - El grupo de conectividad aérea de Bilbao trabaja en unir el aeropuerto vizcaino con 16 destinos diferentes internacionales de los que ya ha conseguido concretar dos para esta inminente temporada de verano, en concreto la ciudad francesa de Nantes, que será operado por EasyJet, y Oporto, que atenderán tanto Vueling como Volotea.

Este grupo de conectividad es uno de los pilares del Bilbao Bizkaia Action Group (BBAG), el organismo creado hace casi dos años que es poco conocido pero en su objetivo de atraer visitantes al territorio ya ha conseguido diversos logros. En el grupo especializado en captar nuevas rutas aéreas están representados, además de sus promotores, Diputación y el Ayuntamiento de la capital, el Gobierno vasco, Bilbao Air, con la Cámara de Comercio detrás, y Aena, responsable del aeropuerto bilbaino. También está Turismo de la Universidad de Deusto como consultor externo.

Un grupo de conectividad cuyo principal valor es “el de la colaboración plena entre todos sus integrantes”, indica Ignacio Casas, director gerente de Bilbao Air. El congreso Routes Europa celebrado en Bilbao en abril del pasado año fue su gran puesta de largo. “Concretamos un mapa con nuestra estrategia de conectividad, un listado de ciudades interesantes a corto y medio plazo teniendo en cuenta los sectores de demanda, turística principalmente, pero también empresarial”, desvela el especialista en rutas aéreas. Una relación de 16 aeropuertos que se propuso a más de 20 aerolíneas para que la estudiaran. “Tras ver el interés suscitado en esas compañías elaboramos hasta 30 planes de negocio para que lo analizaran en profundidad”.

Un dossier con información sobre las características técnicas del aeropuerto de Bilbao, el potencial de nuestra región a todos los niveles y el atractivo que tiene para las aerolíneas.

Pero además de esa labor sorda, donde la asistencia técnica del departamento de marketing aeroportuario de Aena en Madrid es fundamental por su gran experiencia y reconocimiento internacional, hay que trabajar el cara a cara. Son los encuentros con los responsables de las líneas aéreas en los certámenes que el sector de conectividad celebra cada año. Por ejemplo, entre el Routes Bilbao, que atendía las conexiones en Europa, y la misma cita a nivel mundial que se celebró en China el pasado año, el grupo vizcaino mantuvo 68 reuniones con aerolíneas y 20 con aeropuertos internacionales. “Fue en China donde cerramos las nuevas conexiones de este verano y trabajamos varias más que están maduras”, comenta Casas.

En un mundo tan competitivo como el aeronáutico, el responsable de Bilbao Air no quiere desvelar esos destinos pero seguro que entre ellos están Helsinki y Copenhague, ciudades nórdicas con las que la Diputación quiere estar unida por intereses turísticos y empresariales, también la capital polaca de Varsovia, Hamburgo, además de Moscú, y, cómo no, Nueva York “algo que no se descarta a medio plazo”, indica esperanzado Ignacio Casas.

La directora del aeropuerto de Bilbao, Cristina Echeverría, muy involucrada en el grupo, valora su actividad que “ha permitido traer la ruta con Oporto e involucrando a dos aerolíneas nada menos”, expone a DEIA. Tras conseguir Nantes, también revela el interés por más ciudades francesas, estando en la lista, por ejemplo, Estrasburgo, Marsella o Lyon, ya que “estamos muy bien cubiertos con París, pero creemos que desde Bilbao hay más que suficientes intereses comerciales, empresariales y turísticos como para tener enlaces con otras ciudades francesas”.

Interés por Bilbao Pero conseguir una nueva conexión aérea para La Paloma no solo se asienta en el trabajo local. Bilbao es atractivo y las compañías también quieren conectarlo con ciudades que no son prioritarias para el grupo de conectividad pero que, evidentemente, no rechaza. Volotea es buen ejemplo. En dos años ha unido Bilbao con Malta, Palermo o Viena, y con buenos resultados. Su director financiero, el bilbaino Iñaki Agirre, explica a este periódico su fórmula para abrir una ruta. “Todo pasa por identificar oportunidades de conexión de dos ciudades cuando no existe, buscando los flujos indirectos y valorando el potencial de la demanda latente actual”. Además, “usamos un modelo de estimulación para, con una buena oferta, animar a los potenciales clientes que tenga interés en usar esa ruta”.

De todas formas destaca como “cuando nos venden los destinos desde las instituciones locales, tomamos nota de todo, nos interesa porque hay que conocer muy bien la demanda local y son los que mejor la conocen”.

También hay ciudades interesadas en conectarse con Bilbao a toda costa. Casas pone como ejemplos la capital húngara de Budapest, la irlandesa de Cork o la portuguesa de Faro. “Somos atractivos para ellos y no vamos a impedir que busquen aerolíneas para esa ruta, es más, haciendo pinza entre dos aeropuertos interesados, las compañías lo tienen mucho más fácil para aceptar, pero no están en nuestro radio de acción”, indica el especialista.

Y todo ello sin soltar un euro en subvencionar la llegada de aerolíneas como ocurre en los aeropuertos cercanos de Santander, Asturias, Galicia o Araba. “Creemos que, como territorio, somos suficientemente atractivos para que las aerolíneas vengan por su propio interés”, concluye Casas.