La actualización del catastro permitirá cobrar el IBI a los inmuebles especiales

Bilbao - La Diputación Foral ha creado una tercera categoría que tiene que pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), tras dejar cerrado el catastro para todas aquellas propiedades rústicas y urbanas, las dos divisiones que mayor número de sujetos fiscales agrupan.

Se trata de la categoría de Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICE), aquellos que no tienen uso ni urbano ni rural y que por lo general sirven de manera conjunta a la sociedad o a buena parte de ella. En esta nueva división están incluidos, entre otros, al aeropuerto de Bilbao, varias presas existentes en el territorio, los puertos comerciales, dos parques eólicos, varios embalses y las centrales térmicas que generan electricidad.

Hace ya más de dos años y medio que la Hacienda Foral actualizó los valores catastrales de los bienes urbanos y rústicos. Con la aprobación de las ponencias de valores de 24 BICE del territorio histórico, la Diputación actualiza prácticamente casi todo el catastro que otorga el valor real a las propiedades existentes en Bizkaia.

La mitad de ese listado son presas distribuidas a lo largo de todo el mapa de Bizkaia. Le siguen los puertos comerciales de Bilbao y de Bermeo-Mundaka; las centrales térmicas de Santurtzi, Bahía Bizkaia, Boroa y Zabalgarbi; los parques eólicos de Punta Lucero y Monte Oiz, la central hidroeléctrica de Barazar, la planta regasificadora Bahía Bizkaia Gas, la refinería de Petronor y el aeropuerto de Bilbao.

Según indicaron ayer fuentes del departamento de José María Iruarrizaga “esas ponencias establecen los criterios que deben aplicarse para determinar el valor catastral del inmueble, tomando en consideración el valor del suelo, de las construcciones y diversos criterios técnicos específicos para cada instalación”.

En una primera fase, las ponencias de valores serán expuestas públicamente y se abrirá un plazo de presentación de alegaciones que podrán presentar las instituciones y empresas que gestionan dichos inmuebles especiales. Resueltas estas propuestas, se calculará y notificará a los propietarios el valor catastral. Esa cotización servirá de base para que cada uno de los ayuntamientos donde se encuentran las edificaciones o industrias pueda calcular el Impuesto de Bienes Inmuebles, uno de los que más ingresos aporta a las arcas locales. En este caso, los 24 inmuebles están ubicados en treinta municipios del territorio histórico.

En breve, las autopistas Según el anteproyecto aprobado ayer, que introduce los tipos de gravamen aplicables a los BICE, los municipios podrán establecer un tipo impositivo situado en la horquilla que va del 0,2% al 0,8% del valor catastral del inmueble. Una vez tramitado en las Juntas Generales, los ayuntamientos deberán aprobar el tipo impositivo a lo largo de 2019, de modo que entre en vigor el 1 de enero de 2020. Fuentes forales aseguraron que así se “permite avanzar en la actualización del catastro con información fiable, una labor que continuará en los próximos meses, con la del BICE de las autopistas”.

Esta labor de actualización, iniciada en 2015, ha tenido como principal hito la aprobación de las ponencias de valores para los bienes inmuebles de naturalezas urbana y rústica, unos 600.000 elementos en total cuyo valor catastral fue actualizado tras cuarenta años.

Además, el anteproyecto de norma aprobado recoge también la exención del recargo sobre viviendas vacías, a aquellos inmuebles destinados a planes de vivienda pública de carácter social. La norma permite a los ayuntamientos exigir un recargo de hasta el 50% de la cuota líquida del IBI a aquellas viviendas que no constituyan la residencia del sujeto pasivo o de terceras personas por arrendamiento o cesión de su uso. No obstante, los ayuntamientos podrán establecer en sus Ordenanzas Fiscales supuestos a los que no resulte de aplicación el recargo.