La inocente espontaneidad con la que la pequeña Afrika Jobajuria Irazabal expresaba el pasado 2 de diciembre en las páginas de DEIA su intención de pedirle a Olentzero y a Mari Domingi su deseo de viajar al complejo Marina D’Or en Oropesa (Castellón) conmovió al presidente de esta conocida marca estatal de ocio y turismo, Jesús Ger, que decidió colaborar para que el viejo carbonero y su compañera hicieran realidad el sueño de la niña abantoarra. El reportaje publicada en Hemendik llegó a Marina D’Or a través del seguimiento que lleva a cabo el servicio de marketing digital de la empresa y tras leerlo se pusieron en contacto con la familia el pasado día 17. “Nos mandaron un mensaje a través de nuestro Facebook para invitarnos a ir a sus instalaciones”, recuerda Alicia Irastorza, la madre de la pequeña de 5 años que padece una rara enfermedad intestinal que le obliga a mantener una alimentación parenteral y una ileostomía que le obliga a la niña a hacer sus deposiciones en un bolsa.
“No podía articular palabra cuando leí el mensaje en el que nos anunciaba que nos invitaban a pasar una semana con todos los gastos pagados en uno de sus hoteles de cinco estrellas”, reseña Alicia que aún mantiene viva la cara de alegría de su pequeña cuando le dijo que iban a ir este verano a Marina D’Or. “Empezó a cantar y a gritar como una loca. Daba saltos en la cama y no paraba de decir que se iba a un mundo de fantasía”, apunta la amatxu, quien explica que Afrika es muy fan del canal Clan TV donde sigue los dibujos animados y otros programas infantiles. “Allí entre unos y otros programas solía ver la publicidad de Marina D’Or y a ella le encantaba lo que veía sobre todo las cosas que había en los parques de atracciones por lo que poco a poco fue convenciéndose de que a ella le gustaría ir allí, aunque como os contamos entonces en DEIA, ella siempre ponía la coletilla de a dormir a casa”. Sin embargo, tal como indica su aita, Aimar Jobajuria, “cuando vaya allí y vea todas las atracciones seguro que se piensa dos veces eso de volver a dormir a casa”.
Planificación Tras esa primera búsqueda inicial, Marina D’Or se puso en contacto con esta familia para indicarles que la invitación -en la que también se incluye a Yeray Jobajuria, fruto de una anterior relación sentimental de Aimar que se desvive por la pequeña Afrika- incluye la estancia en hotel durante 6 noches/7 días y acceso libre al espacio balneario y a las atracciones del complejo castellonense. “Ahora nos queda una ardua tarea de planificación ya que tenemos que hacer cuentas para ver cómo hacemos el viaje. Ir allí en coche son unos 700 kilómetros y aunque a mí es el medio que más me gusta, puede resultar muy pesado para Afrika y perderíamos dos día entre ida y vuelta”, relata Aimar que no desdeña la búsqueda de algún viaje en avión low cost que acortaría sensiblemente los desplazamientos. “Lo que pasa es que cuando viajamos con Afrika hay que moverse con una máquina grande, además de diverso material lo que nos obligaría a ponerlo en conocimiento de las autoridades. Incluso porque entre sus artículos hay un gel espesante que va en bolsitas de polvo blanco que pueden inducir a error”, expone Aimar, quien como Alicia sabe que aún queda tiempo para preparar el viaje ya que su idea es hacerlo en junio o principios de julio.
Ahora, tras el estupendo regalo adelantado que le han hecho a Afrika desde Marina D’Or -empresa que colabora activamente con varias ONG y entidades sociales y benéficas de Castellón-, queda relajarse medianamente tras la vorágine que se ha producido en el municipio minero de la mano de los usuarios y monitores de los gaztelekus de Gallarta y de Las Carreras. Estos han organizado cuatro rastrillos solidarios para obtener fondos para los cuidados de la pequeña alumna de Askartza Isusi. “Han sido dos semanas intensas donde el pueblo de Abanto-Zierbena se ha volcado con nuestra hija con mercadillos, venta de llaveros y chucherías y hasta un festival de pelota. Nos ha hecho sentirnos muy arropados”, remarcan los padres de Afrika, que el próximo mes de enero volverán a la rutina de los análisis mensuales de sangre y revisión general para comprobar que todo marcha bien dentro de la rareza de su enfermedad. “Desde que le hicieron el cerclaje para proteger el intestino, la calidad de vida de la niña ha mejorado notablemente y se le ve más contenta”, señala Alicia. Afrika mientras tanto sigue ejerciendo de niña, corriendo y jugando y esperando esta noche a Olentzero y Mari Domingi.