GASTEIZ. La acción combinada de al menos dos hongos está causando en los pinos las enfermedades de la "banda marrón" y la "banda roja", denominadas así por los colores que dejan en los árboles y que provocan la desecación y desfoliación de los ejemplares.

Su afección en las plantaciones forestales de pino insignis y pino radiata está siendo especialmente virulenta este año, con una propagación sin precedentes de la enfermedad en Euskadi, sobre todo en Gipuzkoa, aunque también en Bizkaia y, en menor medida, en Araba.

El senador del PNV José María Cazalis ha lamentado hoy en un comunicado que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, no acuda esta tarde a la sesión de control al Gobierno que se celebrará en el Senado, por lo que la pregunta sobre la fumigación que le iba a plantear se ha aplazado hasta la sesión de febrero.

Para el senador del PNV el tratamiento de fumigación con óxido cuproso hay que hacerlo en marzo o en abril, según los técnicos canadienses y neozelandeses que han analizado la situación, "por lo que no contar con el permiso del Ministerio supone no poder comenzar con la tramitación del procedimiento y se corre el riesgo de no completarlo a tiempo", ha advertido.

Ha recordado que ha emplazado en varias ocasiones a Luis Planas a autorizar el empleo de este producto que "se lleva usando desde hace muchos años en el tratamiento de las plagas de hongos en las vides o los árboles frutales".

"Parece que el Ministerio no quiere adquirir la responsabilidad de autorizar ese uso. Lo que no sé es si está dispuesto a asumir la responsabilidad social, económica y medioambiental de no permitir la aplicación de un método contrastado, de aplicación generalizada en condiciones de seguridad para personas, para el medio y para los recursos hídricos, tal y como se recomienda en el informe de Neiker Tecnalia", ha asegurado el senador.

La estrategia que han diseñado las diputaciones forales, que son las competentes, establece el uso de menos de 1,5 kilos por hectárea de óxido cuproso, menor cantidad que los 4,5 kilos por hectárea aprobado la Unión Europea para los próximos siete años, incluso para la agricultura ecológica, ha indicado.

También ha precisado que la fumigación se haría mediante helicópteros, preservando núcleos habitados, embalses y acuíferos.

Sin embargo, hoy mismo el grupo parlamentario de Elkarrekin Podemos en la Cámara vasca ha registrado una proposición no de ley en la que pide que no se hagan fumigaciones hasta que no se investiguen sus efectos en la salud de las personas y en el medio ambiente.

Reclama al Ejecutivo vasco que "suspenda la solicitud formulada ante el Gobierno de España para que autorice la fumigación aérea de los pinares vascos, mientras no se disponga de la información técnica y científica suficiente para evaluar la efectividad de esa medida y los impactos" que puede tener, y que se cree una Mesa Interdepartamental que determine estos efectos, en lugar de plantear "soluciones apresuradas".

Según Elkarrekin Podemos, la solicitud al Gobierno de España es que autorice la fumigación aérea con óxido cuproso de 41.000 hectáreas de pinos en Euskadi, pese a no "disponer de la información suficiente y sin tener en cuenta que, en la toma de decisiones de este tipo, ha de prevalecer siempre el principio de precaución y de protección de la salud o del medio ambiente frente a otras consideraciones de tipo económico".