EL corazón es un niño: espera lo que desea. El secreto de la historia que hoy vengo a contarles se esconde justo ahí, en el deseo que convierte a según qué corazones en algo fabuloso. El corazón, que como bien recordó ayer la diputada foral de Acción Social, Isabel Sánchez Robles, es el “órgano que da la vida”, sonó ayer como si fuese un instrumento, el órgano que hace que suene la vida alegre. Fue todo comprensible. No en vano, el idioma del corazón es universal: solo se necesita sensibilidad para entenderlo y hablarlo. Esa misma humanidad hace que florezca, en las sociedades más avanzadas, la flor de la humanidad. Ayer, cuando la iglesia de La Encarnación de Atxuri, que custodia el dominico Miguel Eslava, abrió sus puertas de par en par para acoger la entrega de las distinciones Bihotza Sariak 2018, la vida alegre latía en toda su plenitud, por muchas dificultades que se crucen en su camino.

El acto de entrega de los XII Bihotza Sariak, un reconocimiento a empresas, entidades y profesionales “por su gran corazón, en el que cabe la responsabilidad social, la solidaridad y la pasión por Bilbao y Bizkaia”, retumbó en Atxuri. Lo presentaron el coordinador de la ceremonia, Iker Urkidi, y el presidente de Bilbao Historikoa, la institución impulsora, Unai Aizpuru. Tras su bienvenida, Koldo Campo cogió el mando del mediodía y su pregón fue enunciando las ocho iniciativas que palpitan en la ciudad con un corazón así de grande. Que avanzan en los campos de la responsabilidad social, la solidaridad y la pasión.

Sus palabras desmenuzaron el acta de un jurado formado por una legión de medios de comunicación entre los que se encontraba DEIA, representado para la ocasión por Kike Santarén. Así se anunció que en la categoría Bihotza Gestión Solidaria, la entidad ganadora fue la Asociación para la Ayuda en Carretera DYA. La distinción, entregada por el propio alcalde, fue recogida por su presidente, Fernando Izaguirre. El Bihotza Integración se entregó a Harresiak Apurtuz, la coordinadora de ONG de Euskadi de Apoyo a los Inmigrantes. El premio lo recogieron Soraia Chacón, Unai Conde y Naiara Vink, miembros del equipo técnico, de manos de Javier Gamboa, director de la revista Tour Magazine y colaborador de DEIA. Axular Etxaburu, presidente de Kafe Antzokia, alzó la estatuilla Bihotza Cultura por su compromiso con la cultura euskaldun, mientras que Médicos del Mundo (Carmen López al aparato...) se hizo con el premio de la categoría Bihotza Salud, entregado por Marcos Muro, viceconsejero de Empleo y Juventud.

La mañana fue poblándose de otras maravillas. Así, el Bihotza Especial entregado por Txuskan Coterón, presidente de la Asociación de Periodistas Vascos, recayó en Viviendas Municipales de Bilbao, recién cumplidos sus 100 años. Goyo Zurro, concejal delegado del Área de Viviendas, recogió el premio. Otro tanto hizo Teresa Querejazu en la categoría Bihotza Trayectoria de mano de Maite Martínez, en nombre de El Economista, poco antes que el Grupo Tractor del Consejo de Personas Mayores de Bizkaia (José Mari Anzola, Francisco González, Luis Agirre, José Mari Macías, Javi Zuluaga, Maite Zabala y Juan Ignacio Lasa, coordinados por Natxo Arnaiz) recibiese el Bihotza Bizkaia al Liderazgo y Participación de manos de Isabel Sánchez Robles, quien también distinguió, con el Bihotza Bizkaia a la Diversidad y el Empoderamiento a Entzun Gure Nahia, representado por María Fernández, Mikel Martija y Aritz Zubieta.

Testigos de cuanto les cuento fueron Joserra Taranco, Jesús Mari Orella, Bernar Zarraga, Yolanda Díaz, Iñigo Pombo, Salva Hierro, Celina Pereda, Ibon Areso, Goyo Zurro, Aitziber Ibaibarriaga, Luis Eguíluz, Beatriz Marcos, Jujo Ortiz, Óscar Seoane y decenas de personas más, implicadas en ese plan.