Oier Pérez

Mungia - Tradicionalmente, la sociedad vasca ha tenido un particular afán por el mundo del motor. En las pruebas de todo el estado siempre suelen verse las ikurriñas características de los aficionados. Son muchos los pueblos que cuentan con escuderías propias, fundadas por los vecinos aficionados al deporte del motor. Actualmente, Mungia cuenta con una de los equipos más participantes de Bizkaia, Mungia Racing Elkartea, y Alejandro Ibarra es el principal responsable de su éxito.

El mungiarra es el presidente de la agrupación automovilística que él mismo fundó hace quince años, aunque profesionalmente no se dedique al mundo del motor. Alejandro es el dueño del bar Ez Esan Inori, de Mungia, famoso por sus buenos pintxos y su buen ambiente, que es además la sede oficial del equipo.

“Si te soy sincero, la afición por el mundo del rally es algo que ha estado conmigo toda la vida. Mis amigos y yo hemos ido muchísimas veces a ver un montón de pruebas e incluso hemos participado en alguna”, admitió. Su afán por el rugido de los motores hizo a Alejandro y a sus amigos plantearse crear una asociación y después una escudería: “Yo creo que fue un poco bilbainada. Siempre que íbamos a alguna prueba decíamos cómo nos gustaría tener un equipo, y en 2003 dimos el salto y decidimos crear el Mungia Racing Elkartea y ya llevamos quince años con él. Estamos encantados porque nos va muy bien y tratamos de organizar cerca de dos pruebas al año”.

Desde sus inicios en el mundo del racing, la agrupación ha ido creciendo poco a poco por medio de diferentes patrocinios y su evolución ha sido muy positiva según Alejandro: “Cuando empezamos no teníamos nada, como quien dice, pero poco a poco diferentes entidades fueron colaborando con nosotros y ahora mismo somos toda una escudería y podemos organizar diferentes eventos”. Como por ejemplo el Rally de Clásicos de Mungia, que celebró ayer su sexta edición alrededor de las carreteras vizcainas. “Eventos como este son lo que nos da fuerza y motivación para seguir creciendo como entidad. El buen ambiente y el ver a la gente tan implicada y dispuesta ayudar es todo un subidón”, declaró Alejandro.

La organización de eventos, como el celebrado ayer, requiere de mucho trabajo por detrás. Son muchos los factores implicados en este tipo de pruebas, Diputación, ayuntamientos, la red de carreteras, etcétera, por ello las pruebas han de ser diseñadas y planificadas al milímetro y con antelación para que el transcurso de las mismas vaya con total normalidad. El presidente afirmó que las instituciones siempre han ofrecido su ayuda, en la medida de los posible, y que es algo que la escudería agradece de manera abierta. Pero toda esa sacrificada labor merece la pena para Alejandro, ya que para él, el ambiente que se vive es indescriptible: “Es algo diferente. A mí los rallys me recuerdan bastante a las etapas del Tour de Francia, con toda la gente animando. Además, la deportividad de los participantes no pasa desapercibida, ya que todos guardan un respeto total hacia la organización y los competidores. Es una atmósfera preciosa”.

En definitiva, podría decirse que Alejandro es el motor, y nunca mejor dicho, del mundo del racing en Mungia. Su gran labor durante quince años hace posible que eventos tan bonitos como el celebrado ayer puedan gozar de unas condiciones óptimas y los aficionados al automovilismo disfruten de encuentros tan especiales. Paso a paso, Mungia Racing Elkartea ha ido haciéndose un nombre en el mundillo.