Bilbao - Los escasos días de sol de que estamos disfrutando este verano no impiden que los ladrones operen en los principales arenales de Bizkaia. Según los datos facilitados por la Ertzaintza, los hurtos y robos al descuido en los arenales con más concurrencia de la costa han aumentado esta temporada.
Los tipos de bienes sustraídos son varios pero predominan “mochilas con móviles, carteras y llaves”, afirman fuentes policiales. Si el pasado año en las playas de Getxo, Sopelana, Bakio y Lekeitio hubo 35 denuncias por hurtos a lo largo de los cuatro meses de la temporada de baños -de junio a septiembre ambos incluidos- hasta el pasado día 10, el número de delitos alcanza ya 32 denuncias, casi la misma cifra de todo el ejercicio pasado.
De entre las playas referidas, el arenal de Ereaga es en el que más ha crecido la cantidad de hurtos y robos. Para ser más concretos, este año, trece personas han denunciado en comisarías de la Policía Local de Getxo haber sufridos robos en esta playa mientras se daban un baño, un caso menos que en 2017, cuando aún resta más de mes y medio de temporada de playas.
A pesar de los hurtos que se registran, los usuarios de la playa de Ereaga acostumbran a dejar sus pertenencias sin vigilancia. “Nos sentimos seguros, pero eso no significa que no tengamos que ir con precaución. Estamos al tanto de nuestras pertenencias. Si vamos a pasear llevamos nuestras cosas en un bolso con la cartera, algo de dinero, el móvil y las llaves de casa”, dicen María José Figal e Iñaki García, un matrimonio de Bilbao que siempre acude a esta playa para disfrutar de un día de calor.
Nunca les han robado, pero admiten que el hecho de que no les haya sucedido no quiere decir que nunca les vaya a pasar. “Hay que estar siempre alerta e intentar venir con lo mínimo. Tampoco te vas a traer todas las joyas a la playa”, comenta con criterio María José. Su marido también opina que los ladrones operan en esta playa con mucho sigilo y muchas veces “no somos conscientes del peligro que esto supone”.
En las playas de Sopelana, se han registrado, hasta el momento, ocho incidencias, las mismas que en 2017, pero los agentes municipales, recuerdan que aún estamos en pleno verano, así que los datos de este año aumentarán si los bañistas no toman medidas.
Las playas de Bakio y Lekeitio son las más tranquilas. Desde los ayuntamientos de ambos municipios recuerdan que sus arenales están bien vigilados por varias patrullas todos los días de la semana, incluidos los festivos. “Hay vigilancias especiales para evitar robos en las playas durante el verano. Por eso los arenales de Lekeitio son tranquilos”, explica a DEIA el alcalde de la localidad costera, Koldo Goitia. Y es que en la playa de Isuntza no se registran denuncias por robos ni la pasada temporada ni en la presente. En Bakio, el número de delitos por hurtos fue en 2017 de cuatro denuncias frente a las tres de este verano.
Recomendaciones Para evitar que se produzcan robos en los arenales vizcainos, la Ertzaintza insiste en que es importante tomar una serie de medidas para dificultar la acción de los cacos mientras los usuarios de las playas disfrutan del baño. Las más importantes son no dejar pertenencias de valor a la vista ni exhibirlas, así como no llevar objetos de gran valor. Y es que coger un neceser con las llaves, dinero y el móvil, para dar un paseo por la playa o pedir el favor a alguien del entorno de que vigilen las pertenencias para darse un baño son costumbres que los usuarios de los arenales vizcainos mantienen. Los ladrones son rápidos y aprovechan los descuidos para hacerse con los objetos más valiosos. Actúan rápido y sin levantar sospechas, pero no sin antes haber identificado a sus víctimas.
Los ladrones también aprovechan la estancia de sus víctimas en las playas para robar en coches. Los usuarios que acuden al arenal de Sopelana son los que más sufren este tipo de incidentes. El pasado año, hubo seis denuncias por robos en el interior de vehículos estacionados cerca de las playas ,mientras que este año se han dado cinco casos. “Hay veces que nos confiamos y no somos conscientes de lo que dejamos a la vista en el coche”, admite Iñaki García.
Para evitar que los ladrones roben en el interior de los vehículos, desde la Ertzaintza aconsejan no dejar objetos a la vista y comprobar que el vehículo quede cerrado. Estos aprovechan también la afluencia masiva de personas que acceden a los arenales y en cuestión de minutos pueden hacerse con objetos de valor sin que nadie se de cuenta.