BILBAO. En una nota, el consistorio ha destacado que el acuerdo persigue como objetivo principal calmar el tráfico en la ciudad, pero propone "un concepto mucho más amplio relacionado con la planificación urbana y con la mejora de la calidad de vida y de la seguridad de las personas que habitan en ella, como recoge el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS)", recientemente presentado por Alfonso Gil, teniente de alcalde y responsable del Área de Movilidad y Sostenibilidad.

Ese plan entiende la movilidad "como medio para alcanzar otros logros más relevantes", como el cuidado de la salud, romper la brecha de la desigualdad de la mujer respecto de los parámetros de la movilidad urbana, la reducción de las emisiones CO2 o conseguir una mayor cohesión social, y por supuesto, un entorno atractivo para el desarrollo cultural y económico.

Los firmantes asumen los 16 principios recogidos en el pacto, que sitúa a la ciudadanía y a su bienestar en el centro del propio desarrollo urbano, así como los acuerdos que de él se deriven. Entre los principios, han planteado avanzar hacia la electrificación o la adopción de alternativas "cero emisiones" de la flota pública y del parque privado, para limitar la emisión de partículas contaminantes y las emisiones de CO2, así como limitar el impacto acústico de la movilidad urbana y garantizar el derecho al descanso de los habitantes.

Además, han acordado "priorizar las formas de desplazamiento sostenibles y eficientes" y tratar de "corresponsabilizar" a los vecinos, empresas y partidos en la consecución y el respeto a los anteriores principios, mediante la constitución de un Foro por la movilidad sostenible de Bilbao.