Síguenos en redes sociales:

Una verdad levantada sobre los engaños

Una verdad levantada sobre los engaños

ESTA es una historia con misterio, como todas aquellas que rodean los pantanos de la novela negra, donde lo mismo aparece un bosque oculto entre nieblas que un callejón oscuro o un hatillo de intrigas palaciegas; donde lo mismo se envenena que se decapita, igual se expolia que se roba con mañas de guante blanco o se atraca con violencia insólita. Esta es una historia que nació de la enmarañada imaginación de Anton Arriola que, tal y como dijo su avalista, Asier Muniategi, en la presentación vivida en la biblioteca de Bidebarrieta, navega “entre la razón y la pasión”. A la hora de presentarla en su catálogo, la editorial Erein presenta esta misma historia de la siguiente manera: El caso Newton -ese es el título de la novela...- “nos ofrece una visión de la mezcolanza de realidad y ficción que comienza a definir el siglo XXI, mostrándonos el mundo como un absurdo y trágico reality show”. Sí, también esta es una historia que encaja ahí.

Poco después de que el propio Asier agradeciese y elogiase la presencia de otros compañeros de oficio, de otros letrudos, en la presentación de la novela de Anton cogió la palabra Juan Mari Barasorda para celebrar la hermandad entre El perro de los Baskerville, legendaria obra de Sir Arthur Conan Doyle y Anton como preámbulo del eje de su discurso: que toda la novela orbita alrededor del engaño, como si fuese su principal satélite. Sin pretender spoilerizarles (disculpen el palabro...), vino a decir que el protagonista, Ander Azurmendi, vive de engaño en engaño y que hasta el desenlace de última hora supone algo así, una triquiñuela, un ardid que pille de imprevisto al lector o a la lectora, que de todo hay en la viña del Señor.

Me he permitido la frase hecha como un guiño de ambientación. No en vano, El caso Newton es la segunda entrega de esta serie, publicada en el sello Cosecha roja de la editorial Erein, protagonizada por el excura y profesor de Antropología Ander Azurmendi. De ahí el broche religioso. Es también la cuarta novela de un hombre forjado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto y MBA por la Universidad Luigi Bocconi. Tras pasar su infancia y juventud en Bilbao, Anton vivió en Milán, Nueva York y Londres, trabajando en el entorno empresarial durante dos décadas. Hoy escribe, que no es poco.

La desaparición de determinados originales de Isaac Newton, junto con el Elogio de la Locura de Erasmo de Rotterdam en la Universidad de Deusto, todo ello envuelto en una intrincada conspiración criminal, que da cuerpo a la novela. No diré más. Lo que conviene ahora es decirles que a la puesta de largo acudieron, además de los citados, Juan Infante, José Javier Abásolo y Javier Sagastiberri, escritores de novela negra, el alpinista Juanjo Sansebastián; familia muy muy cercana como Inmaculada Boneta y Amaia Arriola entre otros; Jon Arteta, el notario José María Arriola, bibliófilo empedernido; la librera Begoña Martín, ama y señora de la librería Etxean (dicho sea con permiso de Fernando Fernández...), acompañada por el artista Pablo Ugartetxea, alter ego del protagonista, Ander Azurmendi visto cómo acudió vestido; Begoña Bernal; Carlos Gorria, director de la Territorial Norte de BBVA, Gabriela Prado, Castor Palacios, Nora Sarasola, Santiago Goyarrola, junto a su hija, Cristina, Sonia Jiménez, del IMQ, Arturo García, Julio Artetxe y una legión de seguidores de una novela de saga que engancha.