ES un lento desgaste, como el de los cantos rodados de río. El mal de Parkinson sobreviene cuando las neuronas del cerebro que producen la dopamina se deshacen lentamente. Afecta a la región del cerebro encargada de controlar el movimiento, la coordinación y la destreza muscular entre otras funciones. En 1997 la Organización Mundial de la Salud estableció que el 11 de abril, tal día como ayer, se celebrase el Día Mundial del Parkinson, con el objetivo de acrecentar la concienciación de las necesidades de las personas aquejadas de esta dolencia. Se estableció esta fecha pues corresponde al nacimiento de James Parkinson, el médico británico que describió por primera vez la parálisis agitante, término que él mismo acuñó. Desde entonces, las luces de neón alumbran esta enfermedad. Para que no la olvidemos.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) advierte de que el número de afectados de Parkinson se duplicará en veinte años y se triplicará en 2050, puesto que tanto la prevalencia como la incidencia de la enfermedad se ha incrementado en las últimas décadas. Este crecimiento se debe al aumento de la esperanza de vida, los avances diagnósticos y terapéuticos y a una mayor sensibilización respecto a esta enfermedad.
Bajo el lema Nos movemos por el Parkinson, el Teatro Campos Elíseos acogió ayer una gala solidaria organizada por la Asociación Parkinson Bizkaia, Asparbi, que defiende la primera línea de fuego contra este mal que afecta a la sustancia negra del cerebro, un nombre que de por sí asusta a los profanos en la materia gris.
La gala fue todo un estallido de felicidad, un aleluya. La apertura del evento contó con la actuación del coro de Asparbi bajo la direccción del musicoterapeuta Iñaki González, preámbulo de la presentación de la periodista Amaia Artetxe y de las emotivas palabras de agradecimiento de la presidenta de Asparbi, Begoña Diez Arrola. Una cosa es oír los testimonios y otra es verlos. La proyección de vídeos de las personas afectadas por la enfermedad de Parkinson y de las terapias y actividades que se desarrollan en Asparbi para ayudarles pellizcó el corazón de los presentes, ganados para la causa en la presentación y estreno de la campaña Yo Me Muevo Por Asparbi. Las explicaciones de Natalia Ojeda del Pozo, coordinadora del grupo de Neuropsicología de los trastornos médicos severos de la Universidad de Deusto, sobre el proyecto de investigación que desarrollan en Asparbi, el recuerdo de noviembre de 2017, cuando una de las integrantes del grupo, María Díez Cirarda, recibió el prestigioso premio Melvin Yhar a jóvenes investigadores a nivel mundial; el espectáculo de magia a cargo de Tor Magoa y Txoborro y la actuación final del coro de Asparbi, junto al grupo de danza Simon Otxandategi Taldea, dieron rienda suelta a la tarde.
En el patio de butacas siguieron de cerca todo el consejero de Salud, Jon Darpón; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; el presidente del BBB, Andoni Ortuzar; el neurólogo Juan José Zarranz, el consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka; la viceconsejera Fátima Ansotegi, Jon Sánchez, Anabel Landa, alcaldesa de Berango; la alcaldesa de Santurtzi, Aintzane Urkijo; Iñigo Pombo, Yolanda Díez, Sergio Murillo, Álvaro de la Rica, vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad de Deusto; Alfonso Martínez Cearra, Izarra Beitia; Hodei Blanco, Nora Goyenechea y Olaia Azaola, tres familiares de un persona afectada de Parkinson; Isabel Sánchez Robles. José Luis Bilbao, Marta Álvarez, Iván López, Gonzalo Madariaga, María Jesús Martínez, Miguel Ángel Gutiérrez, María Ángeles Etxebarria y un buen número de familiares, amigos y gentes de buena voluntad que se acercaron a la defensa de la vida, esa lucha que se entabla con vigor.