Bilbao - Los trabajadores de la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) del monte Arraiz vuelven a revivir la experiencia de 2014 en la que un brote de fiebre Q enfermó a 49 personas. Cinco años después, al menos dos empleados, están infectados de la bacteria Coxiella burnetti, que suele propagarse a través de los tejidos placentarios o fetales de animales muertos como vascas, ovejas, cabras... Además de los dos casos confirmados, otros tres trabajadores de la planta de tratamientos de residuos están pendientes del resultado de una segunda analítica que se les realizará en los próximos días. “Nos habían dicho que esto estaba controlado, pero ya vemos que no, que vuelve a ocurrir”, confiesan, preocupados los empleados.
Por de pronto, a partir de mañana toda la plantilla de la TMB, compuesta por 130 personas, será sometida a un control para saber si están infectados de la bacteria o disponen de los anticuerpos necesarios para protegerse. Según ha podido saber DEIA las dos personas con fiebre Q infectadas no trabajaban hace siete años en la planta cuando se produjo el primer caso. La alarma saltó antes de Semana Santa cuando varios trabajadores comenzaron a presentar los síntomas habituales de la fiebre Q. Fue en ese momento cuando el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales (Osalan) puso en marcha el protocolo para estos casos.
Cabina de triaje Por el momento solo se ha limpiado la cabina de triaje y el próximo martes expertos de Osalan tienen previsto tomar muestras de diferentes puntos de la empresa. En función de los resultados que arrojen esas muestras, los técnicos marcarán las pautas para la limpieza o en su caso desinfección de las áreas que pudieran estar infectadas con la bacteria de origen animal. Hace siete años el brote de fiebre Q obligó a interrumpir la actividad varios meses. En aquella ocasión se tuvo que vaciar el foso y los túneles. Toda la empresa tuvo que ser sometida a una exhaustiva desinfección para erradicar la bacteria Coxiella burnetii.
La fiebre Q puede ser aguda o crónica. La forma aguda ocasiona enfermedad febril que a menudo afecta el aparato respiratorio, aunque a veces compromete el hígado.