Lo que empezó siendo un reto de final de curso del grado superior de la rama de Automoción -en la especialidad de chapa y pintura- acabó por convertir a varios alumnos del grupo AU3 del centro de formación Somorrostro de Muskiz en promotores intelectuales de una iniciativa empresarial de carácter social. Esta consistía en tunear sillas de ruedas creando radios lenticulares -similares a los del ciclismo de élite- para dar un tono más alegre a un vehículo utilizado por discapacitados y sobre todo pensando en los niños.
Ricardo Pereira, Asier Llave, Diego Sánchez, Natalia Martínez y Jon Mikel Valcárcel fueron los alumnos que llevaron a cabo estos dos proyectos educativos que se solaparon.
“El primero como uno de los últimos retos del curso de automoción que denominamos Pintura a la aventura y posteriormente, a instancia del módulo Empresa Iniciativa Emprendedora (EIE), se creó un proyecto empresarial a partir de nuestra actividad de chapa y pintura. En este caso los alumnos se decidieron por utilizar las destrezas y los materiales que usaron en el automóvil-tablero al servicio de una empresa de claro fin social: crear una silla de ruedas decorada”, explican al alimón Jose Manuel Ruiz, tutor del área de automoción y Luz Laza, responsable del módulo EIE.
“Este grupo, siempre ha demostrado iniciativa, creatividad y el deseo de hacer un poquito más, por lo que propusimos hacer un pintado bitono de un automóvil”, señala Ruiz, quien reconoce que le sorprendió que los alumnos tras decantarse por el blanco y negro “plantearan además la posibilidad de hacer las fichas como si los coches fueran un tablero de ajedrez”. En este sentido, y tras el primer impacto, Jose Manuel apoyó con entusiasmo el reto ya que, explica, “la fibra con la que han construido las seis piezas es uno de los materiales básicos en la reparación de carrocería y además dentro del curso hay un apartado dedicado al tratamiento y embellecimiento.
Transversalidad Semanas de trabajo después, el tablero rodante y sus piezas eran una realidad que no quedaría ahí ya que la metodología de aprendizaje Etasi, impulsada desde el Departamento de Educación del Gobierno vasco y coordinada por Teknika, busca la creación de sinergías y relaciones transversales entre diferentes grupos y departamentos. Así el centro muskiztarra, aunó la idea y el manejo profesional de los alumnos de este curso de Automoción con el módulo EIE que dirige Luz Laza y que habitualmente participa en el concurso Ikas Enpresa. “En este certamen te animan no solo a idear un producto o servicio sino además a crear un prototipo y esbozar un plan de viabilidad que pudiera dar salida a dicha iniciativa”, resume Laza, quien recuerda que su reto era explorar qué producto o servicio se podría plantear relacionado con el proyecto de Pintura a la aventura. “Después de una tormenta de ideas surgió la posibilidad de plantear la venta de sillas de ruedas adaptadas, decoradas a partir de los materiales y las destrezas que estos alumnos trabajan en su curso”, rememora esta profesora que desde el principio se quedó cautivada por el giro social que plantearon los alumnos “sobre todo pensando en los niños que se ven obligados a usar sillas de ruedas aunque sin olvidarse por ello de otros segmentos sociales que también son usuarios de este medio de transporte”.
La prueba de fuego tuvo lugar en la feria Ikas Enpresa celebrada el pasado mes de febrero en la localidad de Eibar donde una asociación que trabaja por la inclusión y cuenta con varias personas con discapacidad que se interesó vivamente por el modelo creado por los alumnos a orillas del Barbadun. Una silla con unos radios lenticulares que reproduce el escudo del super héroe Capitán América.