BILBAO. Olentzero llena de ilusión la villa con su anual kalejira a la que asistieron miles de niños.
Olentzero, Mari Domingi, Basajaun y una familia de ocas revolucionaron las calles de la villa. El carbonero bajó de las montañas para cumplir las promesas de los más pequeños. A su paso por Bilbao, la música y el color le acompañaron durante el desfile que comenzó en la Plaza Moyúa y finalizó en el teatro Arriaga.
El carbonero pasará la noche en el Arriaga para prepararse para el gran trabajo de la noche del 24 de diciembre. Esa mañana recibirá a los niños que se quieran acercar al Teatro Arriaga a saludarle, desde las 11.00 hasta las 14.00 horas. Para garantizar un orden de entrada, un año más, el Ayuntamiento utilizará el sistema de tiques. Para ello, se instalará una caseta en El Arenal (junto a la churrería) para recoger los 1.500 tiques que permitirán la entrada a la recepción de Olentzero.