Durango - Trabajo, constancia y amor a la labor que realizan. Esto es lo que se respiraba ayer en la plaza del mercado de Durango con la segunda jornada de la vigésimo segunda edición de la Euskal Denda. Organizada por la asociación nacional de artesanos Arbaso, y fiel a su cita anual, el escaparate más importante de artesanía de Euskal Herria mantendrá sus puertas abiertas hasta el domingo. “En la jornada inaugural del miércoles pasaron 7.410 personas y teniendo en cuenta que las visitas subirán el fin de semana podemos pasar la barrera de los 20.000”, auguró Bernat Vidal, presidente de Arbaso, quien recordó que el récord histórico se encuentra en 23.000 visitantes.

Como suele ser habitual, la feria contó con un amplio número de los artesanos que llevan a sus espaldas muchos años de participación en la cita durangarra. “Llevo quince años viniendo y es una de las ferias más importante del año. Se trata del punto de encuentro de la cultura vasca y eso se nota en las ventas”, explicó el guipuzcoano Antxon Mendizabal, Mendi, de 48 años, que se dedica a la talla y escultura de madera.

Entre las veteranas, mención especial para Brigitte Ryckenbush y su talla de madera. Llegada desde Senpere, lleva 14 años participando en la Euskal Denda y “lo que más me gusta es el ambiente que se respira cada día”. En la misma línea se mostró Alberto Monroy que lleva tres años haciendo las delicias de los más jóvenes con sus juguetes de madera. “Me encanta Durango porque hay un ambiente cultural que no se ve en otras ferias”.

Bajo el lema Bizitza ehunduz-Tejiendo la vida, la plaza del mercado de Durango contará hasta el domingo con 54 expositores, número similar al de anteriores ediciones, procedentes de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi y Nafarroa. Como viene siendo habitual, Bizkaia es quien mayor representación tiene, aportando 26, Gipuzkoa cuenta con trece, Nafarroa con ocho, Araba seis y Lapurdi ofrece un representante. En lo que a Durangaldea se refiere, siete firmas toman parte en la feria: la elorriarra Anitha Mol con trabajos de bisutería en papel, la ceramista y grabadora Rosa Etxabe, el taller de restauración Restaurarte, la cestera Bea Unzueta, el joyero Eneko Unzalu, la joven elorriarra que da vida a Gorakat y el tallador de madera berriztarra Félix Larrañaga.

Como viendo siendo habitual, además de conocer in situ a los elaboradores de los productos e incluso comprobar cómo trabajan en vivo, desde Arbaso han organizado demostraciones con el objetivo de conocer y ahondar en los viejos oficios. Así, habrá talleres y exhibiciones en las que los visitantes podrán ver, comprobar e incluso participar en el proceso creativo de una pieza.

La Euskal Denda permanecerá abierta de 11.00 a 14.30 y de 16.30 a 21.00 horas, a excepción de la jornada del domingo que cerrará a las 20.00 horas. “Animo a todo el mundo a darse una vuelta por la Euskal Denda y adentrarse de lleno en el mágico y entrañable mundo de la artesanía”, zanjó Vidal.