El día amaneció algo brumoso y con la niebla muy presente. Sin embargo, a medida que avanzaba la mañana el cielo se abrió de par en par y el buen tiempo se adueño de las campas de San Miguel, lo que brindó un escenario perfecto para que los allí presentes pudieran disfrutar de las fiestas organizadas en honor al santo de San Miguel de Zumetzaga.
Así cientos de vecinos de localidades próximas como Mungia, Bakio, Meñaka o de barrios confluentes como es el caso de Larrauri se citaron ayer entorno a la ermita mungiarra ubicada en este enclave natural para disfrutar un año más de la tradicional romería.
Desde media mañana, hacia las 11.00 horas, cerca de 270 escolares procedentes de los centros Bentades, Larramendi Ikastola y Legarda, mostraron su buen hacer en un emocionante desafío de pruebas de herri kirolak con vibrantes competiciones de txingas o soka-tira. Tras este primera actividad, los chavales pudieron disfrutar de un hamaiketako aliñado de costilla y txistorra. No faltó a la cita la tradicional misa y como cada año tuvo lugar la costillada, organizada por Andui Mendigoizale Taldea, el club de montaña de Mungia, que se encargó de cocinar y repartir las raciones a los que habían adquirido previamente el tique. “Hemos preparado setenta kilos de costilla, treinta de txistorra y cuarenta y cinco de papada, más queso fresco y media docena de chorizos”, explicaba José María Uriarte, presidente de Andui.
Precisamente esta asociación montañera lleva doce años ininterrumpidos dedicados a esta meritoria labor para las fiestas que compaginaron con la organización de concurso de tortillas. “Esperamos que venga mucha gente hoy, porque ha caído en viernes y luego habrá una verbenilla que reunirá a muchos vecinos de la zona”, señalaba orgulloso Uriarte.
Tortillas Sobre la una y media del mediodía tuvo lugar el esperado recital de bertsos. Después se celebró otro popular evento como es el tradicional concurso de tortillas que este año cumplía su décima edición. Para su elaboración, los concursantes tuvieron que emplear como ingredientes imprescindibles patatas, huevos, cebollas, aceite y sal. Todo ello bajo la organización del Ayuntamiento mungiarra y de la Comisión de Fiestas de Larrauri, encargados de la puesta en marcha del engranaje de la romería. “Para nosotros son unas fiestas con encanto porque recuerdan a las romerías antiguas de los pueblos y además, tienen el plus de celebrarse en un sitio como este que está fuera de la civilización y tiene mucho encanto”, destacaron desde la Comisión.
Las campas que rodean la ermita de San Miguel estaban llena de cuadrillas que se afanaban en cocinar o disfrutar del ansiado almuerzo. Fue el caso de Esteban, Kapi, Zior-tza y Aitor, de Bakio, que no dudaron un año más en acudir a las fiestas. Su intención fue prepararse un delicioso menú que constaba de alubias y revuelto de hongos. “Venimos todos los años pero este año no vamos a hacer tortilla. Venimos también con amigos de Bakio”, explicaba Aitor.
De barrios muy próximos, como Emerando, Larrauri y de la propia localidad de Bakio, llegó grupo formado de Josu, Bittorio, Joseba y Aitor acompañados de una gran cuadrilla. “No hemos fallado ningún año. Para nosotros es una tradición muy bonita venir aquí, y es como la fiesta de despedida del verano”, confesaban mientras preparaban su hamaiketako bien regado de caldos vinateros. Por su parte, la bakiotarra Esther y su amiga mallorquina Teresa descansaban plácidamente antes de sumarse a la cola de la costillada. “Hoy tenemos intención de baja a comer con unos amigos porque está todo ocupado aquí y luego por la tarde, vendremos a bailar a la romería que me gusta mucho porque la he conocido de toda la vida”, detallaron.
El programa festivo se completó por la tarde con la mencionada romería a la que siguió una original elektrotxaranga que prolongó la fiesta al son de la música más marchosa.