La Amatxu de Begoña espera a 150.000 fieles a pesar de la lluvia prevista
Se delimitarán las escalinatas del altar para que no sean invadidas por la gente
Bilbao - Ya está todo listo. La Amatxu aguarda en lo alto del altar con su blanco manto a los miles de peregrinos que entre el 14 y el 15 de agosto se asomarán por la colina de Begoña para saludarla. Desde la Hermandad de Begoña calculan que este años sean más de 150.000 los fieles que visitarán a la patrona de Bizkaia llegados desde todo el territorio. Y eso a pesar de que las predicciones auguran lluvia segura para el martes.
Uno de los momentos de mayor afluencia es la misa mayor, que es oficiada por el obispo Mario Iceta y a la que acude la corporación municipal y el alcalde Aburto. Este año, como novedad y para facilitar la movilidad en los alrededores del altar, se ha tomado la decisión de delimitar la zona de las escalinatas para evitar que nadie se siente en ellas. De ese modo se pretende facilitar la movilidad en el interior del templo. “Sabemos que hay mucha gente en misa de doce, pero si las personas ocupan las escaleras se tapona ese espacio. Queremos facilitar el paso y evitar aglomeraciones”, destaca el presidente de la Cofradía de la Virgen de Begoña, Javier Diago.
Las previsiones meteorológicas anuncian lluvia para la jornada con un 95% de posibilidades. También el pasado año llovió por la mañana pero, sin embargo, bien ataviados, chubasqueros, gorros y paraguas en mano, el goteo de peregrinos hasta la basílica se prevé interminable. “No hay excusa. Haga sol o llueva la gente se mueve igual”, apuntan los cofrades, que ya están cogiendo fuerzas para hacer los turnos en las diferentes labores que deberán realizar.
Desde hace meses los voluntarios de la cofradía están trabajando, en coordinación con los responsables de la basílica, para que todo esté preparado en la que es, sin duda, la fiesta más multitudinaria de las que se celebran en torno a la Amatxu de Begoña.
El santuario permanecerá abierto toda la noche, guardado por cofrades de la Hermandad de Begoña, rezando la novena desde la una de la madrugada del martes. Desde hace siete años, los cofrades custodian el templo para que los peregrinos que vayan llegando poco a poco a la cima encuentren las puertas del templo abiertas.
Tres personas de la Hermandad de Begoña se encargan del control de seguridad y garantizan que los romeros puedan acceder a su interior aunque no haya oficios en ese momento. Tampoco a la hora de la comida las puertas del templo se cerrarán. “Antes la gente iba llegando y se encontraban con las puertas de la basílica cerradas a cal y canto”, concretan. De este modo, se brinda la oportunidad de que los fieles puedan rezar a la Amatxu en el silencio de la madrugada, antes de la gran afluencia de la primera misa de las 4.00 horas. “A mucha gente, después de tirarse horas caminando, aunque no haya misa, le gusta sentarse en los bancos y contemplar a la Virgen un rato en silencio”, añaden.
Más de una treintena de sacerdotes voluntarios oficiarán las quince misas que se celebrarán a partir de las cuatro de la madrugada del martes en la basílica de Begoña. Otra de las novedades de este año es que, debido a la duración de la misa de las 12.00, la siguiente celebración se retrasará media hora, comenzando a las 13.30 horas. Ya por la tarde, los oficios se retomarán a partir de las 17.00 horas y la última tendrá lugar a las 21.00.
Un paso más Este año se calcula que serán repartidas alrededor de 22.000 formas consagradas en las eucaristías que se desarrollarán a lo largo del martes, 15 de agosto. A las doce del mediodía tendrá lugar la misa mayor, oficiada por el obispo Mario Iceta y a la que acudirá el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, acompañado de la corporación municipal. También ha confirmado su asistencia el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka.
Tras la misa mayor, en la parte trasera del templo, el primer edil regalará a los asistentes el tradicional aurresku -será el tercer año- y con la técnica ya mejorada. El alcalde Aburto avanza que lleva varios días ensayando un nuevo paso para deleite de los asistentes.
Con paso firme, miles de peregrinos retomarán también este año el camino hacia la colina de Begoña donde aguarda la Amatxu. Los primeros peregrinos que realicen el recorrido a pie empezarán a asomarse sobre la una de la madrugada. Sin embargo, durante toda la tarde del lunes y la madrugada del martes el ambiente festivo que se crea a los pies de la basílica reunirán a multitud de personas.
“Para mucha gente es un día de fiesta”, apuntan desde la Hermandad. La cofradía contará con dos casetas en las que pondrán a la venta su popular Lotería de Navidad y repartirán 30.000 estampas de la virgen entre los peregrinos, en una cifra que supone un incremento de 10.000 imágenes más.
La peregrinación o Erromesaldia del 15 de agosto es una celebración popular espontánea y se llama peregrinación porque a ella acuden caminando devotos desde todos los puntos de Bizkaia, así como de otras comunidades colindantes. La devoción a la Virgen de Begoña y los primeros peregrinos son anteriores a la fundación de Bilbao en el año 1300. “La Amatxu mueve masas, cuando sucede esto año tras año por algo será”, asegura con orgullo, Javier Diago.