Alain Prieto, un pelotari de raza

MUNGIA. Su pasión por la pelota a mano le viene de familia y casi desde la cuna. No en vano, uno de sus tíos fue jugador profesional y desde muy pequeño jugaba durante horas con sus amigos en el frontón de su localidad. Para Alain Prieto, un joven mungiarra de 23 años , esta disciplina deportiva por la que profesa una gran devoción no es un pasatiempo, sino una auténtica filosofía de vida que intenta compatibilizar con mucho esfuerzo con su trabajo en una empresa de Derio. “Empecé muy pequeñito a jugar a la pelota y con solo dos años ya le rompía los cristales a mi amama”, confiesa sonriente.

Una dedicación y entrega que le ha valido a Alain Prieto para conquistar el pasado mes de junio el Campeonato de España juvenil de mano individual logrado en Iruñea.

Prieto recuerda con mucho cariño este último triunfo, el cual confiesa le costó bastante lograr debido a la competitividad de sus rivales. “Empecé bien la competición pero me costaba pasar las eliminatorias porque las ganaba con ciertas dificultades, aunque no demasiadas. Luego en la final nos tocó contra Navarra a la que ganamos en los dos partidos de pelota a mano, mientras ellos nos vencieron en la de pala”, describe con precisión.

Este joven pelotari milita actualmente en el club Barberito de La Rioja, tras pasar toda su etapa de prebenjamín y juveniles jugando para un club de Mungia. Fue en esta etapa formativa cuando logró, según relata, mejorar sensiblemente sus cualidades de jugador. “Cuando entrenaba con la Federación Vizcaina de Pelota noté que empezaba a mejorar y podía enfrentarme con chicos más fuertes siendo yo más delgadito”, subraya.

Este joven deportista mungiarra lleva cerca de 15 años dedicados a la pelota vasca, ya que comenzó su carrera a la temprana edad de 7 años en categoría de prebenjamines, siempre como pelotari aficionado.

Actualmente con el equipo riojano lleva compitiendo durante las dos últimas temporadas y con este club ha logrado ser campeón de España en Segunda en la temporada 2016. Pero estos no han sido los únicos triunfos conquistados por Prieto, puesto que también ha logrado con su federación el trofeo en la disciplina de mano individual, así como el subcampeonato en la última Copa del Rey celebrada, tras competir en la final con el exprofesional Luis Cabrerizo.

Para Prieto todos estos logros son reflejo de su pasión por este deporte que practica como aficionado y no profesional. De hecho, debe compatibilizarlo con su empleo diario en la firma Matrici para la que trabaja por relevos por las mañanas y a las tardes dedica su tiempo a completar exigentes entrenamientos de pelota. No obstante, para este pelotari lo más duro no es tanto la disciplina horaria exigida por estas sesiones sino las lesiones que padece en los tendones de sus dedos debido a la disputa de varios partidos a lo largo del mes. “Me suelo poner una chapa en la mano para poder resistir el fuerte dolor en los tendones que quedan muy resentidos”, explica.

De cara al futuro de su deporte, Prieto se muestra moderadamente optimista y anima a los más jóvenes que aman la pelota a mano a continuar practicándolo. “Les animaría a seguir porque es un deporte nuestro, vasco, y hay que vivirlo mucho porque sino acabas dejándolo”, concluye.