Ocho alumnos de primero de Bachillerato de humanidades y Ciencias Sociales del colegio Maristak de Durango (Janire, Paule, Marcos, Touty, Jone, Andra, Julen e Iune) demostraron hace dos semanas su saber hacer obteniendo el premio extraordinario Euroscola del Parlamento Europeo en su vigésimo tercera edición. Los jóvenes, de dieciséis años, reflexionaron a través de un vídeo elaborado por ellos sobre la importancia de Europa como espacio de libertad, justicia y seguridad valorando lo que han alcanzado y analizando los desafíos actuales. El programa tenía previstos diecinueve premios en función de las comunidades, y el grupo durangarra obtuvo el reconocimiento correspondiente a Euskadi.

Planteado como un reto, el concurso Euroscola estuvo dedicado al 60 aniversario de la firma del Tratado de Roma. En este sentido, los alumnos conocieron y trabajaron con la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea como texto que recoge los valores y principios de los pueblos y ciudadanos de la Unión Europea, tras 60 años de compromiso y camino juntos. Durante cinco días, se rompieron las estructuras habituales de las clases para trabajar en la elaboración del vídeo: Berdintasuna/Equality. Un trabajo audiovisual en blanco y negro con voz en off en euskera y subtitulado en inglés. El propósito fundamental era recoger preocupaciones de los jóvenes como la discriminación, la falta de igualdad, el racismo, la xenofobia o el maltrato. “Había que elegir uno de los Derechos Fundamentales y quisimos recoger todos ellos. Teníamos claro que el mensaje tenía que ser directo, claro y que trasmitiese”, explicaron sus creadores.

Además del trabajo audiovisual, los escolares tuvieron que presentar un vídeo de making of en el que se presentaron los alumnos y demostraron su implicación en el proceso creativo. Reconociendo que lo más costoso fueron las grabaciones, “porque a la gente le entraba la risa tonta”, los creadores del vídeo decidieron que a la hora de transmitir la discriminación de sexos o el maltrato no apareciesen los rostros con el propósito de “transmitir el dolor y la falta de seguridad de esas personas que están cerradas al mundo”, apuntaron Janire y Paule, quienes lamentaron que “se supone que estamos en el siglo 21 y, aunque mentalidad ha evolucionado, seguimos estancados”. Satisfechos con la experiencia, el concurso tuvo como objetivos generales: fomentar el uso de Internet y de las nuevas tecnologías como herramientas educativas, acercar la Unión Europea a los jóvenes, mejorando sus conocimientos y fomentando su implicación en la construcción de Europa.

Otro premio No es la primera vez que Maristak logra este galardón otorgado por el Parlamento Europeo. Y es que hace cuatro años, alumnos del centro durangarra repitieron triunfo. Nuevamente, el premio consiste en la participación en el Programa Euroscola del Parlamento Europeo en su sede de Estrasburgo (Francia). “Sabemos que viajaremos el curso que viene pero no sabemos fechas. Estamos muy contentos con el premio porque nos parece una gran oportunidad y hay que aprovecharla”, aseguraron los jóvenes. Desde Maristak se mostraron muy satisfechos con el transcurso del concurso. Y es que, además del vídeo ganador, fueron seis grupos más los que presentaron sus trabajos audiovisuales. “Con el concurso, aparte de ganar un premio, hemos aprendido qué es la Unión Europea, su historia, cómo funciona, y cuáles son sus valores, los cuáles han sabido transmitir en los vídeos que se ha presentado”, zanjó satisfecha Larraitz Diago, profesora de Historia en el centro durangarra.