El agro empieza a tomarse un respiro
La Diputación destina 40.000 euros a sustituciones para cubrir vacaciones y bajas en el sector primario La maquinaria ha aligerado la carga de trabajo y las solicitudes han descendido, según la cooperativa Lorra
Bilbao - “No he ido ni a mi propia boda porque tenía que ordeñar las vacas”. Se lo comentó en “tono jocoso” un ganadero al gerente de la cooperativa Lorra, Martín Uriarte, pero bien podría reflejar lo que ha venido siendo la vida de los baserritarras durante décadas. Para que el agro pueda tomarse un respiro, la Diputación Foral de Bizkaia ha decidido destinar 40.000 euros a sustituciones por vacaciones y bajas por enfermedad, accidente, maternidad o paternidad. Una partida incluida en el paquete de ayudas al sector primario recién aprobado por la institución foral por un importe de 2,6 millones de euros.
El agro aprieta, pero gracias a las nuevas tecnologías, ahoga un poco menos. De hecho, antes los propios baserritarras disuadían a sus hijos de seguir sus pasos por lo sacrificado del trabajo. Ahora, afirma el gerente de Lorra, “esto no se da en tanta medida por la nueva maquinaria”. Tal es así, dice, que “hay muchos hijos, ganaderos de vacuno de leche, que han dicho: Yo sigo en la explotación si me pones un robot de ordeño para evitar ser un esclavo”.
Y cuando hablan de esclavitud se refieren a que los festivos son como otro día cualquiera en su calendario y las vacaciones, un lujo;una situación que han contribuido a cambiar las ayudas destinadas a sustituciones, que oscilan entre los 400 y 1.134 euros dependiendo de la actividad de la explotación. “El tema de sustituciones lleva más de 15 años implantado en Bizkaia y se vienen a hacer del orden de 70 u 80 servicios al año. Nosotros llegamos a hacer 100 servicios de sustitución hace 10 años, pero la tendencia, en principio, va a ir a la baja”, sostiene con conocimiento de causa el gerente de la citada cooperativa, que agrupa a más de 4.000 productores agroalimentarios. “Si mejora tu calidad de vida porque mejora la maquinaria o porque ha crecido tu explotación y tienes un trabajador, te puedes ir coordinando. Le puedes dar vacaciones a él y luego tu te vas una semana o lo que fuera. Cada uno se ha buscado la solución adaptada a su explotación”, explica Uriarte.
Con todo, la jornada laboral de ganaderos y agricultores dista bastante de la de otros profesionales. “Cualquier persona que trabaja en una industria normalmente tiene el fin de semana libre y tiene un horario, cosa que en una explotación ganadera o agrícola prácticamente no existe porque tienes que someterte un poco a las condiciones de los animales o de la horticultura”, expone Pedro Zaballa, presidente del sindicato agrario Enba-Bizkaia.
Por ello, dice, resulta harto difícil que la descendencia coja el testigo. Y mucho más que jóvenes totalmente ajenos a este mundo renuncien a trabajar de lo suyo para plantar tomates o sacar a pastar las ovejas. “Claro que es complicado porque la vida del baserritarra no es muy cómoda. Aquí prácticamente las 24 horas estás rodeado de tu trabajo. Entonces, hay que estar mentalizado de que esto tiene que ser así y tiene que ser vocacional”, subraya. Convencido de que “el sector primario engancha una vez que le coges la marcha y ves cómo va evolucionando”, Zaballa considera que para que resulte atractivo para los jóvenes “no solo tienen que ver animales o plantas, sino un rendimiento. Tienen que ver que, aunque se sacrifiquen, su futuro o su bienestar, su modus vivendi salga de este sector”.