Con el objetivo de fomentar y normalizar el uso del euskera entre el alumnado que se acaba de incorporar, las y los alumnos del Centro Formativo de Otxarkoaga han aprendido a lo largo de este curso a expresarse en euskera. Con una sonrisa y sin vergüenza a equivocarse, jóvenes de Senegal o Marruecos acuden al centro para aprender algo más del idioma. "Es un gran ejemplo de cómo abordar retos complejos a los que nos enfrentamos", señala el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, quien ha visitado el centro junto a la corporación municipal.

En el marco del programa Etorkinak Euskeraz, proyecto subvencionado por el Ayuntamiento de Bilbao, quieren dar respuesta al contexto multicultural en el que se encuentran. Para ello, es fundamental que las y los alumnos mejoren la capacidad de comunicación. Lo han hecho a lo largo de este curso de la mano de la Fundación Labayru. Según han explicado este viernes, estos alumnos han seguido un curso diseñado por HABE que ha estado dirigido a personas que han llegado de otros lugares y nunca habían hablado en euskera.

En esta primera toma de contacto con el euskera han dedicado sesenta horas lectivas dentro de su horario escolar habitual. "Queremos desarrollar capacidades en euskera, que la lengua sirva de motor de integración, empoderar a las y los jóvenes y generar emociones positivas con nuestra lengua y nuestra cultura son algunos de los objetivos de esta iniciativa tan ilusionante", añade Aburto. En esta dirección ha resaltado la importancia del compromiso de la ciudadanía, "si ellos ven que el euskera es la lengua en la que nos comunicamos va a ser más fácil que ellos comprendan la importancia que tiene el euskera".

Un futuro en euskera

Además de mostrarles que el euskera es útil para un futuro laboral en Bizkaia, también han conocido el idioma a través de distintas actividades como Euskararen Eguna, Santo Tomás o Santa Ageda. "Seguiremos trabajando por hacer que el euskera, nuestra lengua, sirva de nexo de unión entre las personas en Bilbao", puntualiza el alcalde para remarcar que "dentro de las múltiples lenguas que hoy se escuchan en Bilbao, el euskera tiene que ser un puente de comunicación".