Amurrio - Hace 33 años, cinco jóvenes de Amurrio que jugaban a baloncesto en el Colegio Los Josefinos de Murialdo, de Orduña, se embarcaron en la aventura de crear un club en su municipio. Bajo la denominación de Zaraobe, surgió un equipo masculino que saltó a la cancha por primera vez para competir en el Torneo de Navidad de 1984. Los inicios, con Marcos Maroto al frente, fueron difíciles hasta el punto de que uno de aquellos jugadores recuerda que “entrenábamos diez personas en la plaza del mercado, donde había tan solo una canasta”, e incluso asegura que los vecinos se sorprendían “al vernos correr por las calles de la localidad, ya que no disponíamos de ninguna instalación en condiciones para poder hacerlo”. Por su parte, Maroto reconoce que esos “comienzos fueron tiempos difíciles” pero, al mismo tiempo, “encantadores, porque gracias a ese proyecto y a todas la gente que conocí soy mejor persona”. Y ahora, algo más de tres décadas después define como “una gozada” acudir al polideportivo Bañueta de Amurrio “y ver que hay cientos de chicos practicando baloncesto”.

Y es que, en la actual temporada, el club Zaraobe cuenta con un equipo técnico de 16 entrenadores, 181 jugadores distribuidos en diez equipos y cuida especialmente a las bases, ya que cincuenta niños y niñas están en la categoría benjamín -reservada a los menores de 8 y 9 años- y otros quince están divirtiéndose y empezando a descubrir los conceptos de este deporte en la escuela de baloncesto.

Galardón Guk de Oro Por su larga trayectoria y los valores que transmite -capacidad de trabajo en equipo, disciplina, compromiso, compañerismo o afán e superación-, el club Zaraobe ha sido distinguido con la insignia Guk de Oro de la villa en el transcurso de una gala celebrada la noche del sábado en el Amurrio Antzokia. La sala se tiñó del color azul y amarillo característico de la equipación de la entidad pero, sobre todo, se contagió de la pasión y la alegría sus jugadores y entrenadores. “Es un orgullo recibir este galardón. Para nosotros no es solo un reconocimiento al presente del club sino al trabajo realizado durante estos 33 años por muchísima gente que, de una u otra manera, ha formado o forma parte de esta familia”, afirma el actual presidente del Zaraobe, Óscar Estrella.

Sus agradecimientos se extienden a todas las capas e integrantes del club, desde Marcos Maroto, “que con más ganas que medios comenzó con esta bonita historia”, pasando por colaboradores, patrocinadores y Ayuntamiento, “que nos brindan su apoyo” y, por supuesto, a los padres y madres “que siempre están dispuestos a echar un cable”; a los entrenadores, “que son el verdadero engranaje del club”, y a los jugadores, “que soportan nuestros más y nuestros menos y son nuestra razón de ser”.

Aunque Estrella hace hincapié en que el objetivo del club “no es ganar partidos ni competiciones” sino “formar a chavales en muchos valores y en los beneficios del deporte”, la realidad es que el Zaraobe puede presumir de valiosos hitos para una población de solo 10.000 habitantes. El más destacado, sin duda, fue el senior masculino que ascendió Segunda Nacional con jugadores solo locales y que logró mantenerse cinco temporadas en la categoría. Y otro logro importante es el apoyo a la sección femenina. “Ha habido años en que no hemos podido sacar equipo femenino en alguna categoría y ahora están todas cubiertas”.