ENTREGÁNDOSE en cuerpo y alma sobre idénticas magnitudes, Pantxike Casquero se ha labrado un camino en el que ayer se detuvo para darse un respiro y darse un homenaje. No en vano, la doctora celebra estos días treinta años de su formación como médico y dos décadas desde que inauguró la clínica de medicina estética y homeopatía desde la que imparte una lección que bien pudiera tomarse como ley de vida: no hay belleza que no brote de la salud. Primum non Nocere es el lema, lo que viene a traducirse como la obtención de los beneficios estéticos de la mano de una mejora de la salud. Esa armonía, dije, entre cuerpo y alma es el secreto.

¿Cómo lograrlo...? Mediante ?tratamientos corporales y de estética facial; con plataformas láser y electroacupuntura, a través de dietas personalizadas o al paso por la mesoterapia. El manejo del colágeno y el ácido hialurónico no le es ajeno, como tampoco la endermología, el antiaging o los tratamientos antiacné, todo ello, insisto, desde el cuidado pulcro de la salud. En sus manos el viejo sueño de la belleza no es un bomba de relojería.

Junto a ella dan vida a la clínica todo un equipo bien formado, compuesto por Asun Durán, Amaia Ugarte, Silvia de Prado y Tamara Agra, mujeres que saben lo que manejan entre manos. La celebración de sendas efemérides que tuvo lugar ayer en el singular espacio Yimby fue buena prueba de ello: todo fueron parabienes, agradecimientos y enhorabuenas. No faltaron a la cita el cocinero Iñigo Ordorika, Neskutz Aranzabal, Ana Mendoza; la compañía en la vida de Pantxike, Jesús Miranda, junto a la hija de ambos, Amaia Miranda, quien actuó en la gala a la guitarra junto a la voz de Raquel Lua; voces integrantes de Doniene Abesba-tza, un coro de voces campanudas de Leioa, como las de Iñaki del Reguero, María Caturla, Mercedes Artazcoz, Ramón Sirés, Cristina García y Pedro González entre otras; espíritus renovadores como el de Aintzane Badiola, la clienta más antigua de Pantxike (fue agasajada por ello...), junto a ella desde sus comienzos casi; Cristina Martín, Aitor Mendiguren y un buen número de amigos de la casa y de la vida. Todos ellos expresaban lo mismo: Pantxike es una inyección de vitalidad.

No fueron los únicos presentes. Por la gala pasaron, por ejemplo, el locutor radiofónico Diego González, Felipe Ayerbe, Jone Elola, Eguzkiñe Agirre, Estibaliz Pérez , Julene Zenikazelaia, Maite Idigoras; Itziar Leal, en nombre de DEIA; Carmen Azkarate y así toda una legión de gente agradecida que lucía en todo su esplendor. La inmensa mayoría eran una prueba en carne y hueso de las buenas arte de Pantxike y sus gentes, capaces de darle a la vida la mejor de las apariencias posibles sin caer en las garras de la esclavitud. Tienen el don de la ciencia estética, que no es poco.