Zalla - El Gobierno vasco concedió a la empresa Glefaran diez días para concretar las medidas que deben corregir las emisiones de ceniza procedentes de la planta de biomasa ubicada entre Güeñes y Zalla y poner un plazo para su aplicación. Y, “si las actuaciones no resultan satisfactorias, se adoptarán las decisiones oportunas, pudiéndose llegar a la suspensión de la actividad”, advierten desde el departamento de Medio Ambiente. Así se lo trasladaron la viceconsejera, Elena Moreno, y el director de Administración Ambiental, Iván Pedreira, a los alcaldes de ambos municipios en la reunión que mantuvieron ayer.

Tras revisar el informe de actuaciones presentado por la empresa, Medio Ambiente insta a Glefaran a implantar un sistema de medición continua en la chimenea de la caldera de biomasa, una de las reivindicaciones de la plataforma vecinal Güeñes Bizia, así como la mejora de sus operaciones y procesos.

Lakua reiteró que las inspecciones efectuadas en una unidad móvil concluyeron que las concentraciones de partículas sólidas y gases emitidos están por debajo de los valores límite fijados en la normativa y la autorización ambiental integrada. No obstante, “vamos a analizarlo todo en profundidad”, añadió el consejero, Iñaki Arriola, en respuesta a una pregunta de Podemos en el Parlamento.

Zalla valora positivamente el ultimátum a Glefaran y se reafirma en la decisión de retirarle la licencia municipal, avalada por el Gobierno vasco, destacan. “Quien pregonó que traía un supuesto proyecto industrial salvador de la comarca debería ahora dar la cara, reconocer su fracaso y buscar alternativas que creen empleo sin contaminar” declaró el alcalde, Javier Portillo. El Consistorio de Güeñes está “satisfecho” con la reunión por el anuncio de “estrictos controles y la instalación de una sonda en la chimenea”, según su alcalde, Imanol Zuluaga, que celebró que Medio Ambiente vaya a reunirse con la plataforma Güeñes Bizia. - E. Castresana