EL euskaltegi de Sestao cumple en este curso 2016-2017 sus primeros 30 años de historia al servicio de la euskaldunización de adultos, un periplo que ha servido para que varios miles de vecinos mayores de 16 años hayan podido llevar adelante el índice de euskaldunización que hoy día atesora el municipio ribereño. “El euskaltegi surgió en la misma época en la que se empezaron a montar los euskaltegis en toda la comarca de Ezkerraldea, donde se concentraba una gran cantidad de habitantes y donde el nivel de extensión del euskera entre la población era muy exigua”, relata María José Cebrián, actual directora del centro educativo, que dio sus primeros pasos en una lonja de la calle Los Baños y que hoy día sirve de comisaría de la Policía Local. “Era un local muy grande y estaba bien dotado pero su ubicación no era la más adecuada para potenciar el euskera y para hacer que la gente viera dónde estábamos”, apunta Cebrián, quien extiende esa problemática a la actual sede del euskaltegi en el calle Sotera de La Mier, en el antiguo colegio público La Redonda, “o La Redondita, como era conocido el centro por los vecinos de la zona baja del municipio.
“Llevamos aquí desde el curso 1993-1994 pero aún tenemos grandes dificultades para que la gente nos ubique a pesar de que estamos muy cerca de la pasarela que sobrevuela las vías de Renfe hacia el polideportivo de Las Llanas”, comenta la directora, sestaorra de Txabarri, que comenzó su trayectoria con el arranque del primer eskaltegi surgido tras la creación de HABE (Instituto para la Euskaldunización y Alfabetización de Adultos) en 1981.
Gipuzkoanos Al igual que ocurriera en muchos euskaltegis de la comarca, entre los profesores que arrancaron el centro de Sestao se contó con profesores llegados de Gipuzkoa “ya que en aquella época había una gran escasez de irakasles en Bizkaia. En nuestro caso, más del 50% de los profesores que empezamos -4 de 7- eran de Beasain y de Legazpi”, recuerda María José Cebrián, quien recuerda que “aquellos eran tiempos más laxos en cuanto a la normativa, los ratios o las ayudas que hay hoy día”.
En este sentido, Cebrián, destaca que el euskaltegi está muy marcado por los ratios que fijan el mínimo de los grupos en 8 alumnos y el máximo en 18. “Hubo épocas en las que sí había demanda para superar esos ratios pero ahora, con el mismo número de profesores que empezamos hace 30 años, trabajamos aproximadamente con una media de 12 a 14 alumnos por grupo. Este año tenemos matriculados un total de 204 alumnos, incluidos los que se han incorporado el pasado día 9 en la segunda tanda de matriculación en la que -reseña Cebrián- todavía hay plazas disponibles en los grupos existentes”.
En este largo recorrido por la enseñanza, desde el euskaltegi de Sestao se destaca el apoyo municipal sestaoarra, uno de los pocos que permite por ejemplo que los alumnos, empadronados o no cuenten con un 50% de ayuda en el precio del curso “simplemente por mantener una asistencia regular a los cursos a lo que se suma otro casi 50% que abona HABE a los alumnos que superan el nivel en el que se matriculan”, señalan la director que pone de relieve “que hoy día en el euskaltegi se puede estudiar euskera casi a coste cero”.
Además, la inquietud de los irakasles de HABE Sestao para apoyar la educación pública del euskera les ha llevado a desarrollar dos iniciativas novedosas fuera de las paredes de La Redondita.
Así, el pasado curso, de manera piloto y este de manera formal, se ha puesto en marcha en el C.P. Ángela Figuera y en la Escuela de Música una escuela para padres y madres, de 3 horas y media a la semana en horario de mañana o de tarde en el que participan dos grupos de 12 padres cada uno. “Son en horarios ligados a cuando los padres dejan a los niños en el colegio o poco antes de recogerles. Surgió a demanda de los propios padres y puedo decir que están encantados. Son superabnegados, no fallan nunca”, remarca María José Cebrián.
Además de esta propuesta, el euskaltegi de Sestao continua también este año con una clase de apoyo, refuerzo y preparación para los niveles más altos para los alumnos del Instituto Saturnino de La Peña. “Son dos grupos con más de 30 alumnos entre ambos en horario de tarde a los que se apoya como si fueran alumnos propios del euskaltegi”, señala Cebrián, quien anima a la gente a acercarse al Euskaltegi ya que “hoy día con las ayudas públicas, los diferentes módulos horarios y niveles no hay excusa que valga”.