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Aitor, el custodio de las murallas de Elorrio

El historiador jarrillero presenta en un libro información inédica sobre la fortificación de Elorrio González Gato rescata también la historia de los baluartes de Bermeo, Plentzia y Portugalete

Aitor, el custodio de las murallas de ElorrioK.D.

Elorrio - Su pasión por las fortificaciones que protegían de sus enemigos a los municipios de Bizkaia es tal que acaba de publicar su séptimo libro sobre el tema. A sus 43 años, el historiador y portugalujo Aitor González Gato lleva más de veinticinco años investigando y recopilando información sobre murallas, castillos y casas torre. Su último trabajo, titulado La muralla de Elorrio, recoge información inédita sobre la historia medieval de la villa elorriarra. “Recuerdo cómo con 17 años un amigo me dejó un libro sobre arquitectura histórica de Bizkaia. Fue un descubrimiento para mí”; él fue el pistoletazo de salida a su historia. “Quería saber qué había detrás de esas piedras y fui profundizando cada vez más hasta que me di cuenta de que además de leer, tenía que empezar a investigar”, explica entusiasmado.

Tras un año de investigación, Aitor presentó el pasado mes de diciembre su último libro autofinanciado con protagonismo para la villa elorriarra. A lo largo de sus 200 páginas, la publicación recoge cómo la muralla del municipio tuvo seis puertas de las que se conservan dos: la del campo y la del río y ambas se encuentran en los extremos del cantón de la calle Elvira Iñurrieta. “Fue en 1829 cuando comenzó a derribarse una y en 1869 le siguieron las otras tres porque se consideraban algo inútil, antiestético y carente de historia”, puntualiza el experto historiador “de corazón y de hechos”.

En lo que a curiosidades se refiere, el libro detalla cómo la puerta del campo fue prácticamente derribada en 1905. Fue el interés por preservarla de los dueños del palacio Arespacochaga -la entrada está adosada al edificio- lo que permitió mantenerla. Tras un pleito que se saldó en beneficio de los dueños, la puerta, que data de 1490, pudo ser conservada y hoy es uno de los tantos atractivos turísticos con los que cuenta el municipio. “El tema de las murallas sigue siendo un gran desconocido y ese hueco vengo yo a rellenarlo de alguna manera. Estas construcciones pasan muy desapercibidas, pero forman parte de nuestra historia y pienso que deben ser estudiadas y conservadas”, apuntó el historiador que aconseja al Ayuntamiento de Elorrio restaurar el arco del río porque “se encuentra en muy mal estado con grietas, desgastado y hierbas en sus juntas. Además, al ser de tamaño pequeño su restauración no sería muy cara”.

La publicación cuenta con 41 fotos a color, ocho antiguas y quince planos y recreaciones de lo que fue Elorrio en la Edad Media. El exhaustivo trabajo de documentación se ha completado con material del archivo foral y provincial de Bizkaia, el archivo municipal y el registro de la propiedad urbana de Elorrio. Las últimas dudas fueron solventadas con historiadores locales.

Los interesados en adquirir uno de los libros (18 euros) podrán hacerlo en el establecimiento Ilargi de Elorrio -ubicado en la calle Arriola- y en Durango en las librerías Hitz y Urrike.

Más publicaciones Aitor González disfruta cada día con la investigación y el mundo de las fortificaciones. “Con esto no gano dinero pero me quedo con todo lo que descubro y la satisfacción de poder transmitir mis conocimientos a todos los interesados”, asegura. En la actualidad, el investigador continúa inmerso en diferentes proyectos. Y es que desde hace varios meses está trabajando en una publicación sobre Bilbao ya que “aunque la gente no lo suele saber también tuvo su muralla con sus siete puertas a sus siete calles”, apuntó el experto.

Asimismo, cuenta con bastante información de Durango y pretende publicar también un libro sobre esta villa y sus numerosos tesoros históricos. Las próximas publicaciones le permitirán aumentar su amplia colección ya escrita sobre Plentzia, Bermeo, Portugalete y la última de Elorrio. “Todas ellas conformarán una colección dedicada exclusivamente a las villas de Bizkaia”, explica satisfecho.