AMURRIO ? Izaskun Solaun,Alberto Gracia e Iñaki Berganzason tres jóvenes de Amurrioque comparten duras peroenriquecedoras experienciasdesarrollando labores de cooperacióninternacional.
Izaskun, de 33 años y enfermeraen área quirúrgica, llevaocho colaborando con la ONGDOA (Denok OsasunarenAlde). “Estaba trabajando enTxagorritxu y unos compañerosnos comentaron el proyectoque llevan a cabo en Boliviay que necesitaban gente paraentrar en quirófano. Soy unapersona con inquietudes yespíritu aventurero y ademásme gusta viajar así que me animéa participar en misionesquirúrgicas durante la épocaseca, es decir, de mayo adiciembre”.
Su destino es el Departamentode Beni, en plena selva amazónica,a donde acude un mesal año como parte de un equipohumano sanitario formadopor dos médicos, dos cirujanos,dos enfermeras quirúrgicas,un anestesista y tres enfermerasde planta. “Realizamosintervenciones de cirugíageneral y también ofrecemosa las mujeres un servicio deginecología”.
Una parte de los pacientespertenecen a comunidades deindígenas puros. “No noscomunicamos en el mismoidioma pero con el tacto y lasmiradas nos entendemos”, asegura.Y en general, califica sulabor como “de mucho desgastefísico pero merece la penaporque, a pesar de ello, vuelvescon las pilas cargadas parael resto del año”.
La experiencia como cooperantede Alberto, de 29 años yespecialista en medicina familiary comunitaria, surgió eneste 2016 a raíz de la crisis derefugiaos sirios. “Vi imágenesimpactantes en la televisión ydecidí ir a ayudar al campo deIdomeni, en Grecia, de maneraindependiente y sin contactarcon ninguna ONG”, explica.Llegó el 20 de marzo “trasgestionar vuelo y trámites ensolo cinco días” y participó enla creación del primer hospitalde campaña. “Al principiofue todo muy caótico. Trabajábamos de 8.00 de la mañanaa 11.00 de la noche, casi sin descanso.Se te olvida comer yhasta ir al baño. Incluso dormíamosallí para atenderurgencias de noche”, relata.
Las patologías más comuneseran “respiratorias, traumas,gastrointestinales o enfermedadesdermatológicas como lade una familia entera que llegócon sarna”.Y sus mejores recuerdos son“los momentos que pasábamoscon ellos, en sus tiendas,charlando y degustando comidasiria de igual a igual”. Y la filosofía de Iñaki, psicopedagogode 31 años, es “unirviajes con cooperación ya quecreo que es la manera másbonita de llegar al fondo de lasculturas, las personas y susproblemas”. Su primera expediciónfue a un orfanato a lasafueras de Katmandú “de formatan desorganizada que perdíhasta la mochila”. A partirde ahí, a través de las becaspara jóvenes cooperantes vascos,ha estado en Honduras,Nicaragua, Perú o Bolivia “contemas de infancia y violenciade género”.