Ortuella - La comunidad educativa de San Félix Ikastetxea de Ortuella recibió ayer el reconocimiento por parte de Unicef Comité País Vasco como Escuela Amiga de esta organización internacional que trabaja para promover los derechos de la infancia. El acto contó con la presencia de representantes del AMPA del colegio, del profesorado así como representantes de Unicef y de Unesco Etxea. Además hubo una participación activa por parte de un nutrido grupo de alumnos de diferentes tramos de edad.

A ellos se dirigió en primera persona el Presidente de Unicef Euskadi, Isidro Elezgarai, momentos antes de hacer entrega del diploma acreditativo a la directora del colegio, Nieves Fernández. “No puedo sino mandaros un gran eskerrik asko por vuestra colaboración para que otros niños, de otras latitudes, de otros colores de piel, incluso de otras religiones, pero niños como vosotros, tengan derecho a hacerse mayores como vosotros y a vivir con la misma dignidad con la que vivimos nosotros”, destacó Elezgarai, quien reseñó que las ayudas que aportan los niños de San Félix y de otros colegios amigos de Unicef -son cinco en Euskadi- han permitido la construcción de escuelas o centros de salud en diferentes lugares del mundo. “En nombre de todos esos niños a los que cuando los veis en la televisión y pasáis pena por ellos, deciros que están muy contentos con vuestra ayuda”, comentó Elezgarai.

Implicación En este sentido, el responsable de Unicef destacó que “es emocionante ver cómo el quinto colegio de Euskadi recibe este premio por los valores transmitidos en las aulas y por su implicación con los derechos de todos los niños y niñas del mundo”, dijo Elezgarai ante los alumnos, padres y profesores allí congregados. “Estamos ante un momento delicado por todos los niños que se encuentran en países en emergencia como Haití o Siria. Nuestro propósito es concienciar acerca de ello y fomentar una educación en valores”, subrayó el Presidente de Unicef Comité País Vasco.

Por su parte, la directora del centro diocesano, Nieves Fernández, explicó que el programa Educa que promueve Unicef “es muy fácil de implementar e integrar en nuestro centro, en nuestro proyecto, en el que vamos desechando muchos libros de textos tradicionales y proponemos actividades educativas alternativas fomentando la proactividad de los alumnos, la reflexión y la argumentación”.

El centro ortuellarra tiene en la actualidad 583 alumnos de entre 0 y 16 años y buena parte de ellos aborda en su diseño curricular las actividades de reflexión y concienciación que promueve Unicef. “Se trata de promover actividades que ellos identifiquen como viables, como reales y les hagan despertar las emociones. La educación emocional en nuestro centro tiene mucha relevancia ya que identificamos el asentamiento de los aprendizajes con las sensaciones emocionales que experimentan los niños en las aulas. Uno aprende cuando se ha emocionado y esto nos lo creemos”, explicó Fernández.