Etxepel pide ayuda para una pensión social en Durangaldea
El centro de personas sin hogar necesita fondos para ser capaz de atender a once usuarios
Durango - Cuando se cumplen dos años y medio de su apertura, Etxepel, el primer centro integral en Durangaldea para personas sin hogar, continúa trabajando con el objetivo de reintegrar a sus usuarios en la sociedad. Abierto en 2014, y muy a pesar de sus responsables, el centro aún no cuenta con la pensión social que querían abrir. Esta dependencia no ha sido inaugurada por falta de financiación. “Ya se han hecho las obras necesarias, pero no hemos obtenido una respuesta positiva por parte de las instituciones. Estamos funcionando exclusivamente con fondos privados y nunca hemos tenido ayuda pública. Se ha corroborado con creces la necesidad de este proyecto, no llegamos a atender a todas las personas necesitadas y viendo la urgencia diría que es necesario abrir mañana mismo”, explicó Alberto Estefanía, coordinador del centro, quién añadió que “confío que para 2017 la pensión social con capacidad para once usuarios sea una realidad”.
Con un presupuesto de 150.000 euros al año, Etxepel cuenta con tres trabajadores contratados y quince voluntarios que se encargan de atender a las personas sin hogar en el servicio de día. La futura apertura de la pensión social “supondría incrementar el presupuesto a 400.000 euros y pasar a contar con siete personas en plantilla por lo que la ayuda institucional es obligatoria para este proyecto”, puntualizaron los responsables del centro, a quienes les gustaría “poder ofrecer un servicio integral 24 horas al día los 365 días del año”. Durante este 2016 el centro ha apoyado a 30 personas, de las cuales el 70% no tenían ningún ingreso. Con edades comprendidas entre los 24 y 60 años, la mayoría han sido hombres (70%) y la presencia de mujeres (30%) “es elevada para lo que suele ser el colectivo sin hogar”, apuntaron los responsables del proyecto.
Con horario de 9.30 a 17.00 horas, el centro integral para personas sin hogar se ubica en el convento de las Siervas de Jesús en Durango quienes, tras su marcha de la villa, cedieron a Cáritas el uso del edificio para diez años. A día de hoy Etxepel acompaña a una veintena de personas y los dos pisos con los que cuenta (siete plazas) están a pleno rendimiento.
Al término de la jornada, siete de los usuarios hacen uso de dos viviendas cedidas por parroquias de la villa y el resto, con posibilidades económicas, viven de alquiler. “Las personas están viviendo en Durango o municipios próximos. Lo que hacemos cuando una persona llega al Etxepel es un acompañamiento integral e individualizado en todas las dimensiones para intentar que se reincorporen a la sociedad”, puntualizaron desde Etxepel. En lo que al día a día se refiere, la jornada arranca a las 9.30 horas con el desayuno que es preparado por los usuarios del centro. Después es el turno de planificar el día y responder a la pregunta ¿qué tal estás?. “Hemos ayudado a salir a personas del agujero en el que se encontraban. Me queda la espinita de que no hemos podido dar respuesta a toda la gente necesitada”, apuntó el coordinador, quién añadió que entre 2012 y 2016, Cáritas Bizkaia ha atendido a 101 personas que procedían de Durangaldea.
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