Bilbao - “La idea inicial de Boletus Network fue crear una aplicación de teléfono móvil de ofertas y descuentos en comercios y hostelería, pero tres años después nos hemos convertido además en una plataforma de pago a través del móvil”, explica visiblemente satisfecho Kepa Apraiz, socio-fundador de la joven start up vasca y alma mater de esta empresa con sede en Bilbao, pero con vocación de expandirse por toda la geografía del Estado. Este fin de semana estrenará nuevas aplicaciones, al tiempo que una atractiva imagen corporativa. Boletus es la segunda incursión en el mundo empresarial de este joven emprendedor bermeano de 37 años que también cuenta en su haber creador con Categora, una compañía que este año celebra su décimo aniversario y que emplea a sesenta personas, también con sede en la capital vizcaina, y que se dirige al mercado inmobiliario internacional. “Hacemos gestión de patrimonio”, aclara Kepa, ingeniero de telecomunicaciones.
¿Cuándo surgió Boletus Network?
-Nació en marzo de 2013 y contamos ya con 3.500 comercios adheridos a nuestra plataforma de pagos a través del móvil, con más de 120.000 usuarios que se han descargado la aplicación; es decir son usuarios activos. Por su parte, los hosteleros cuentan con la ventaja añadida que la aplicación permite a los usuarios acumular dinero (el 5% de todo lo comprado) para futuras compras en los comercios agregados a Boletus.
De planificar ocio a buen precio a los usuarios han pasado a convertirse en un medio de pago.
-En estos tres años de andadura nos hemos ido adaptando a las necesidades de los usuarios. La idea originaria del ocio ha pasado a segundo plano. A partir de esta semana nos convertimos en medio de pago, que permitirá abonar, por ejemplo, las consumiciones con el móvil de forma sencilla, rápida y segura.
Se han transformado en una empresa de hardware.
-Sí. Somos una compañía que pone en manos de los establecimientos un dispositivo que certifica el pago de los usuarios vía Bluetooth. Es muy útil en sitios donde los consumidores tienen prisa; por ejemplo cafeterías, menús del día? No hace falta llevar metálico, pagas con el móvil. Ni siquiera hace falta que te traigan el datáfono ni acercar la tarjeta? es mucho mejor. Es una de las primeras iniciativas masivas de pago por móvil en Euskadi y de las primeras del Estado.
¿Surten del dispositivo a los comercios adheridos?
-Sí. Las tiendas y bares adheridos colocan un dispositivo en la pared que envía las ofertas a los clientes que previamente se han descargado la app al entrar en el establecimiento; además hace las veces de un TPV (Terminal Punto de Venta) para tarjetas bancarias. Los comercios tienen así una amplia base para saber las preferencias de sus clientes y fidelizarlos.
¿Cómo funciona?
-Metes el importe de la compra en Boletus, pulsas pagar y ya te puedes marchar porque el importe y tu nombre figuran en el dispositivo que están en el comercio. Es tan buena la experiencia que el 60% de los usuarios que han probado son recurrentes. Algunos clientes lo llegan a usar hasta veinte veces al mes.
¿Los equipos son ‘made in Euskadi’?
-El proyecto requirió una inversión de 800.000 euros, de los que 350.000 se destinaron a tecnología. Hemos recibido de la Diputación de Bizkaia 80.000 euros en ayudas y un préstamo participativo de 350.000. Esto ha posibilitado que toda la tecnología digital la hayamos diseñado nosotros. Se ha fabricado en Euskadi. Hablamos con nuestros proveedores y conseguimos aquilatar al máximo los precios para que fueran competitivos.
¿Qué papel jugarán los hosteleros?
-Los que participen en la iniciativa dispondrán en sus locales de un dispositivo electrónico denominado Beacon, que a través de tecnología Bluetooth de corto alcance permite identificar a cada usuario y efectuar directa, cómoda y sencillamente el pago de la consumición a través del propio dispositivo móvil, sin ningún coste añadido.
¿Los dispositivos proporcionan a los comercios datos de sus clientes?
-Sí. Podrán obtener información de los clientes que accedan al local, el tiempo que permanecen en el mismo, entre otros datos de interés.
¿Creen que han dado con el modelo de negocio que buscaban?
-Todos los que estamos trabajando en Boletus estamos ilusionados. Vemos que las cifras aumentan semana tras semana y esto significa que hemos dado con el modelo que los usuarios nos demandaban.
¿Actualmente dónde podemos pagar con Boletus Pay?
-Por ahora en cien establecimientos de Bilbao, cien de Vitoria-Gasteiz, sesenta de Pamplona y 200 de Madrid. Las acciones de publicidad las centraremos sobre todo en Madrid porque es el gran mercado, pero en Bilbao y Vitoria haremos acciones acompañados de marcas de consumo para que el usuario descubra las ventajas de llevar Boletus en su bolsillo.
¿Cuál es el objetivo que se marcan para este año?
-Vamos a implantar el dispositivo en 2.000 establecimientos y terminar de validar el modelo. Principalmente nos enfocaremos en Madrid, donde los usuarios están mucho más educados en lo que al pago con el móvil se refiere. Buscamos un objetivo de tener mil establecimientos con una media de cinco ventas al día. Esta cifra nos permitiría cerrar una ronda de inversión, como para plantearnos nuestra consolidación a nivel nacional.
Todo parece bonito desde fuera pero, ¿no han encontrado problemas en el camino?
-Muchos, demasiados. No sabemos cómo acabará la novela, pero hemos tenido más inputs negativos que positivos hasta el momento. En varias ocasiones me he planteado tirar la toalla por varias razones y siempre ha sido más por temas sentimentales que de agotamiento. Cuando te embarcas en un proyecto de un sector tan disruptivo, donde no tienes ni siquiera competidores a los que copiar o mejorar, haces muchas pruebas y cometes muchos errores hasta dar con un modelo sólido. Tres años hemos necesitado para entender el sector y diseñar algo que entre en la vida diaria de los usuarios. Tres años en los que por Boletus han pasado más de 150 comerciales, tres directores técnicos, dos directores de Marketing y treinta personas en staff. Hemos realizado más de 1.500 entrevistas de trabajo. Solamente de pensarlo se me ponen los pelos de punta. Pero estamos muy cerca de conseguirlo.