UNO escucha que el gin-tonic triunfante en el V Concurso Gin Tonic de Bilbao-Bizkaia que impulsa la agrupación empresarial BilbaoCentro que preside Sergio Etxebarria lleva, entre sus ingredientes, mermelada de melisa de albaricoque y cae a sus pies una leyenda: el Bloody Mary ya no es el único cóctel digno de ser bebido en el desayuno. Le acompañan a semejante jarabe dulce naranja sanguina, cárdamo y lima, amén de los ingredientes esenciales: ginebra Master’s, descendiente de todo un clásico como MG, y tónica Schweppes, otro asiduo de las copas. El gin-tonic lo prepara Camelia Elena Sava, allá en el café teatro Mistyk y tiene nombre propio: Costa Dourada. El trago evoca un amanecer. Por aquello de la mermelada, digo.
No fue el único veredicto de la tarde noche, donde los cinco finalistas batallaron con la coctelera en el nuevo espacio Yimby que brota en el solar liberado por El Corte Inglés de Ercilla, a ras de calle. Alberto Aparicio, coctelero de Attico 14; Jessica Gil, barwoman de Corinto y oro; Stanis Sánchez, habitual tras la barra del Pianamul, un local que se posa en la plaza de Las Escuelas de Getxo; y Fernando Valencia, un clásico del Residence, desenfundaron sus hielos y varillas junto a Camelia Elena en el certamen. Fran Ceacero, presidente de la Asociación de Barmans de Bizkaia, y su antecesor en el cargo -y presidente de honor...-, Agustín Gil, dictaminaron que el premio a la destreza técnica fuera para Jessica Gil, quien llevó a la mesa de mezclas una atrevida apuesta llamada Gin Wine, con pocas florituras y aún así sorprendente: ginebra premium Bulldog y un bíter casero de... ¡tempranillo! Para redondear el podium de la jornada cabe señalar que Stanis Sánchez, con el Tiana sorprendió al jurado al mezclar ginebra Seagram’s con tónica Schweppes y unos hielos de elaboración propia, con ralladura de naranja incrustada en su gélido corazón.
sed de triunfo Se palpaba la tensión antes del certamen, con los cinco elegidos moviéndose de acá para allá para sacudirse los nervios de encima. Todos traían sed de triunfo. Sed de la buena, de la que se sacia bebiendo, llevaron, supongo, los integrantes del jurado, compuesto por Gorka López, miembro de la Escuela de Cocina de Aingeru Etxebarria; Lidia Ábalo, ganadora de este mismo certamen el pasado año desde la barra de La Roca; Alejandro Cepeda, integrante de la Escuela de Hostelería de Galdakao, y Aitor Elizegi, creador, impulsor y maestro cocinero de Bascook y Txocook. Su palabra fue ley ayer.
La escucharon con expectación todos los presentes, desde Jorge Aio a Javier Galán, pasando por el concejal Xabier Otxandiano, Olga Zulueta, Julia Diéguez, José Mari Amantes, Willy Bustamante, Borja Elorza, Jon Marín, Koldo Gómez, de El Txoko de Gabi; Goizeder Pellicer, Shaila Peña, Dessiré Carrasco, Emilio Linaza, Ignacio Alday, Ignacio de Diego, Beatriz Marcos, María Loizaga, el fotógrafo Txema Maura, Gontzal Azkoitia, Idoia Gutiérrez, en nombre de DEIA; Carlos Jiménez y un sinfín de sedientos dromedarios a quienes se les hacía la boca agua.