Zeberio - Recuerda con cierta nostalgia cuando Zeberio contaba con un campo de fútbol en el barrio de Ermitabarri y, en especial “el ambiente tan bonito que se formaba durante los partidos en los que nos enfrentábamos los de arriba contra los de abajo”. Quién iba a pensar entonces que el futuro profesional de Txema Añibarro (1976) iba a estar ligado al deporte rey hasta el punto de que ha pasado por las filas de Lemona, Aurrera de Ondarroa, Sestao River y Eibar, equipo con el que saboreó el éxito del ascenso a Primera División hasta colgar las botas al término de la pasada temporada. Su etapa en el club guipuzcoano (2008-2016) obligó a Txema Añibarro a trasladar su residencia desde su Zeberio natal a Zarautz, un periodo que califica como “un kit-kat en un entorno también muy agradable como es la costa y la playa”.

Tras su retirada ficha por el Athletic para ejercer como técnico del alevín y vuelve a establecerse en Zeberio. ¿Lo tenía claro?

-Mi pueblo se encuentra a veinte minutos en coche de Bilbo y a treinta de Vitoria. Si estoy en el epicentro, ¡para qué me voy a mover!. Aquí se vive muy bien.

¿Qué es lo que tiene Zeberio para ser un lugar tan agradable?

-Sobre todo la tranquilidad y el entorno natural que lo rodea. Además, es donde he nacido y donde me han visto crecer. Nos conocemos todos, es muy acogedor y, la verdad, nunca he tenido la tentación de marcharme. Cuando lo he hecho ha sido por motivos profesionales.

¿Ha cambiado mucho el pueblo desde esos recuerdos de infancia hasta ahora?

-Supongo que como uno mismo. Para las personas pasan los años y para un pueblo, también. En el caso de Zeberio creo que ha sido para mejor y sin romper su esencia. Ha crecido en población, ahora pasa de los mil habitantes y eso es señal de que hay calidad de vida y buenos servicios.

Todo no puede ser perfecto. Algo echará en falta.

-Yo, personalmente, espero ver algún día un Zeberio con polideportivo o piscinas. Soy consciente de que es un pueblo pequeño y que otros más grandes tienen dificultades para mantener ese tipo de infraestructuras pero como estamos creciendo... A ver si en algún momento podemos tener nuevas instalaciones deportivas.

¿Ha ejercido de anfitrión con algún compañero de los equipos por los que ha pasado?

-Sí, por supuesto. He traído a muchos amigos y todavía me quedan visitas pendientes.

¿Qué es lo que le transmiten cuando vienen a Zeberio?

-Los que proceden de zonas más cálidas se quedan muy sorprendidos con el verdor del paisaje y los montes poblados de pinos. Es lo que, al principio, más les llama la atención.

¿Cómo es el recorrido de la visita con usted como guía turístico?

-Lo primero, siempre, es invitarles a comer un típico cocido de aquí con sus buenos trozos de chorizo y de morcilla de Zeberio. Están acostumbrados a una dieta a base de pasta y de arroz, así que siempre les viene muy bien.

Tras disfrutar de la gastronomía local, ¿cuál es el siguiente plan?

-Me gusta mucho hacer el recorrido en coche desde el límite con Ugao hasta la zona más alta de Zeberio e ir viendo poco a poco todos los núcleos habitados que hay a un lado y otro de la carretera. Les explico que cada grupo de cuatro o cinco caseríos es un barrio diferente y les llama mucho la atención. También se sorprenden de que haya tantas ermitas en un solo pueblo.

Y el Parque Natural de Gorbeia, ¿está dentro de la ruta?

-Si hay tiempo, ¡por ley hay que subir a Gorbeia!. Siempre me ha gustado el monte y es visita obligada. A algún compañero le he hecho ascender a la cima incluso con nieve y, en esas condiciones o en otras, siempre acaban encantados y muchos de ellos con ganas de volver .

Está claro que son muchas las joyas de Zeberio. ¿Cuál es el rincón favorito de Txema Añibarro?

-Zubialde es mi barrio y la plaza, su principal punto de encuentro y reunión, pero no me gusta decir que soy de ahí. Yo soy de Zeberio. Me encanta todo el pueblo y recorrerlo entero cuando salgo a andar o correr.

Exjugador del eibar y actual entrenador de los alevines del athletic