ES la vida misma y toda su tragicomedia, la propia historia de la Humanidad, nómada por naturaleza; es nuestra historia, querámoslo o no. El argumento de O los tres o ninguno, la película rodada por el cómico francés Kheiron con tintes autobiográficos (no por nada es el viaje de la vida de sus padres...) transita, como sus personajes, desde Irán de finales de los años 70 al París de hace cuatro días, por los más diversos géneros, de las risas al llanto. La comedia dramática cuenta la historia del viaje de los eternos optimistas Hibat y Fereshteh. Lo mismo narra las torturas en la cárcel y la lucha en la clandestinidad durante los regímenes del Sha de Persia y de Jomeini en Irán, que los avatares de la integración familiar en un suburbio de París. Todo un retablo de la condición humana, vamos.

Les cuento todo ello aún fresco. No por nada, Unicef propició ayer el preestreno de la reseñada película en los cines Golem de Azkuna Zentroa. Allí ejerció de anfitrión Isidro Elezgarai, presidente de la ONG infantil, quien agradeció a Barton Films la cesión de la copia para el preestreno. En nombre de la distribuidora acudieron Susana Losada y Unai Fernández y gracias al gesto de ambos, una buena representación de la sociedad comprobó los avatares de la emigración, una de las necesidades de nuestro tiempo. Antes de que empezase la proyección hubo un recuerdo para los tristes sucesos de Bruselas. No hay para la gente de buena voluntad.

entregados a la causa Levanta la mano Unicef en nombre de los niños que sufren en todo el mundo y no hay corazón que se resiste: aparece una legión de hombres y mujeres entregados a la causa. Ayer, sin ir más lejos, acudieron a la penumbra del cine Elsa Fuente, Itziar Urtasun, Nekane Alonso; el presidente del TSJPV, Juan Luis Ibarra; Yurdana Burgoa, quien llevó a la cita la buenanueva de lo recaudado para Unicef tras la venta de su libro; Paco Alcolea, el number two de Unicef entre los nuestros; Susi Santamaría, María Jesús Enziondo, voluntaria de primera; Garazi Barriuso, Ignacio Agreda, Txuskan Coteron, María Jesús Marqués, Ane Olabarri, Marisa Marín, José Marín, Beatriz Marcos, Iñaki Irusta; Fran Ceacero y Agustín Gil, en nombre de la Asociación de Barmans de Bizkaia; Manu Iturregi, Gerardo Maza y Mari Carmen Martínez entre la mucha y buena gente que se acercó al cine para sumar con su apoyo. Hubo eso que en su día se llamaba un entradón. A la cita, por ejemplo, no faltaron las jugadoras del Athletic, Iraia Iturregi y la guardamenta Ainhoa Tirapu; Alberto Seco, en nombre del Colegio de Abogados de Bizkaia, Ignacio Elorza; Toñi García y María Ipiña, que llevaron la triste noticia del cierre del Passarela, un histórico italiano de la villa, José María Amantes, Hugo Parada, Sergio Rodríguez, Miguel Prado, Juanma Seco, Imanol Ituño, Javier Gorostiaga, Beñat Bengoetxea, José Luis Martínez, Izaskun Mendizabal, Pablo Agirre, Nagore Heredia, Carlos Izagirre y así hasta poblar el patio de butacas de gente que siente, piensa, sueña y ama. No como otros.