LOS más pisaverdes y paniaguados, aquellos que, como dice la calle, se la cogen con papel de fumar, pondrán el grito en el cielo. Incluso es posible que griten ¡anatema! al comprobar la composición del suculento pintxo con el que la Taberna Plaza Nueva invitó ayer a la Cofradía de la Flagelación de Jesús de Logroño. No vano, se trata de un hojaldre relleno de marisco y verdura, flambeado con brandi, metido en un saco cubierto con un baño de oro al vodka, con una galleta de remolacha deshidratada. ¿Brandi y oro al vodka mezclados con la Semana Santa y asuntos religiosos...? Lo dicho, habrá quien piense que esa es una ofensa a Dios todopoderoso. Intransigencia, intransigencia, ¡cuántos pecados se comenten en tu nombre!

La realidad es otra bien distinta: el pintxo presentado ayer por los hermanos Jon y Txema de Miguel que regentan el histórico local es una delicia que honra a sus invitados. Por sexto año consecutivo el local cursó invitación a una cofradía visitante a la Semana Santa bilbaina. Y bajo ese pretexto ha creado un pintxo ex profeso para los cofrades riojanos. El proyecto nació dos años después de la idea original: crear una barra de pintxos cofrades que ayer, al filo del mediodía, relucía en todo su esplendor como si fuese la procesion de las delicias. Solo faltó que los presentes se arrancasen con gritos de aleluya para redondear la escena.

un paso glorioso Viendo la barra de la Taberna Plaza Nueva tan peripuesta una voz anónima chistó: ¡ese sí que es un paso glorioso! No sé si alguien le escuchó porque era un hombre discreto, pero lo dijo. Por éstas. Quienes sí disfrutaron de esa maravilla fueron Enrique Ruiz Flores y Manuel Valverde, dos cordobeses que acaban de ligarse para siempre a la Semana Santa de Bilbao. No en vano, el primero de ellos ha tallado las nueve imágenes que componen el nuevo paso del Borriquito (el viejo Borriquito bilbaino entrega ya la cuchara: fue creado en 1961 y ya tenía mil y un achaques...) y el segundo ha confeccionado las andas. A su lado compartieron la mañana en la taberna, decorada ad hoc con capirotes, fotografías y estandartes, Unai Aizpuru, presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo; Boni García, que se sumó a la historia al ofrecer a los presentes garbanzos con bacalao, plato típico de la vigilia bilbaina, en su local, el Café Lago, como continuidad a la presentación; Marino Montero, Juan Carlos Rastrollo y Fernando Martín, miembros del Centro Extremeño en Bilbao, Xabier Zaldumbide, Alberto López Echevarrieta, Gontzal Azkoitia; Unai Iregi e Iñigo Pérez, cofrades de la Santa Eucaristía, la cofradía hermana en Bilbao de la cofradía riojana agasajada, Manuel Uretxaga; el fotografo Javier de Miguel, autor, junto a Jon Mikel Rentera, de las imágenes que decoran el local estos días; Begoña Zuloaga, Rafael Alonso, Pedro Guinea, Javier Diago, Javier Urroz, Raquel Saenz de Tejada, autora de las tartas expuestas en la barra, Nekane Ramírez, Manolo Romero, Javier Igartua, Mikel García y una buena legión de nombres propios que disfrutaron del encuentro.